Francisco Xavier Clavijero (su nombre puede también encontrarse escrito con Javier en lugar de Xavier o Clavigero en lugar de Clavijero, y en su forma italianizada Francisco Saverio Clavigero o Clavijero) fue un historiador y religioso mexicano (o, con más precisión, novohispano). Fue hijo de padre español y madre criolla; nació en el Puerto de Veracruz (México) el 9 de septiembre de 1731; murió en Bolonia Italia el 2 de abril de 1787.
Su padre trabajaba para el gobierno de la corona española por lo que la familia se trasladaba de una población a otra constantemente, y casi siempre en regiones con fuerte presencia indígena, así fue como desde niño aprendió la lengua náhuatl, lengua que le serviría más tarde, cuando se convirtió en maestro misionero e historiador. Vivió la familia en Teziutlán Puebla, y más tarde en Jamiltepec Oaxaca, en la región Mixteca del estado.
Escribe su biógrafo Juan Luis Maneiro: tuvo desde pequeñuelo ocasión oportuna de tratar íntimamente con gentes indígenas, de conocer a fondo sus costumbres y naturaleza, y de investigar con suma atención cuanto de especial produce aquella tierra, fueran plantas, animales o minerales. Por su parte los indígenas no habían elevado monte, ni cueva oscura, ni ameno valle, ni fuente, ni arroyuelo, ni otro lugar que atrajera la curiosidad, a donde no llevaran al niño para agradarlo (...)
1 Sus estudios
2 Votos sacerdotales y enseñanza e investigaciones históricas
3 La expulsión de los jesuitas
4 Su obra
5 Epílogo
6 Enlaces externos
7 Notas
Su padre trabajaba para el gobierno de la corona española por lo que la familia se trasladaba de una población a otra constantemente, y casi siempre en regiones con fuerte presencia indígena, así fue como desde niño aprendió la lengua náhuatl, lengua que le serviría más tarde, cuando se convirtió en maestro misionero e historiador. Vivió la familia en Teziutlán Puebla, y más tarde en Jamiltepec Oaxaca, en la región Mixteca del estado.
Escribe su biógrafo Juan Luis Maneiro: tuvo desde pequeñuelo ocasión oportuna de tratar íntimamente con gentes indígenas, de conocer a fondo sus costumbres y naturaleza, y de investigar con suma atención cuanto de especial produce aquella tierra, fueran plantas, animales o minerales. Por su parte los indígenas no habían elevado monte, ni cueva oscura, ni ameno valle, ni fuente, ni arroyuelo, ni otro lugar que atrajera la curiosidad, a donde no llevaran al niño para agradarlo (...)
1 Sus estudios
2 Votos sacerdotales y enseñanza e investigaciones históricas
3 La expulsión de los jesuitas
4 Su obra
5 Epílogo
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