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El Palmetum de Santa Cruz de Tenerife es un Jardín Botánico todavía inconcluso de 12 hectáreas, especializado en palmeras y dividido en secciones biogeográficas. Es el mayor espacio verde del centro de Santa Cruz de Tenerife, capital de las Islas Canarias occidentales, que se desarrolló sobre una montaña artificial entre la ciudad y el Océano Atlántico: un antiguo vertedero de deshechos urbanos cerrado en 1983.
El proyecto se inició en 1995 con financiación de la Unión Europea y de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. El diseño paisajístico de la montaña se realizó bajo la dirección de los agrónomos Manuel Caballero y José Timón, el biólogo Carlo Morici y el diseñador de jardines Carlos Simón. El parque incluye un gran sistema de cascadas, riachuelos y lagos, un Museo Etnográfico de Palmeras aún sin terminar, con más de 1000 piezas etnográficas, con laboratorios y oficinas, un vivero, un invernadero de reproducción y un umbráculo, conocido como el Octógono para alojar las especies más delicadas. La colección creció conspicuamente entre los años 1996 y 1999, cuando la cooperación con otros jardines botánicos fue intensa. Sin embargo, a finales de 1999 el proyecto aún incompleto se paralizó por falta de fondos. El Palmetum nunca se abrió al público y durante este tiempo, entre los años 2000 y 2007 los jardines sufrieron altibajos, con años o meses de abandono casi completo que provocaron la reducción de especies en cultivo de 460 que había en 1999 a 296. Los amigos del Palmetum lucharon durante los malos años para mantener viva la valiosa colección. Finalmente en 2007 llegó un poco de aire fresco en forma de interés renovado y disponibilidad económica que nos permitió reiniciar los trabajos. El Gobierno de Canarias financió los trabajos más importantes, que eran mejorar el estado general del Parque y ajardinar las laderas orientadas al Sur, que nunca se habían plantado.
Actualmente, el jardín mantiene más de 800 especies vegetales, y un total de 2.600 especimenes aproximadamente. Aún cuenta con alrededor de 300 especies de palmeras valiosas y poco comunes, gracias a las cuales es todavía una colección de referencia. Entre las especies representadas en la colección, 72 se encuentran en peligro de extinción incluidas en la lista roja de UICN. La colección está enfocada a palmeras insulares y la sección biogeográfica más importante es la que se dedica al Caribe, que se extiende en un área de más de 50.000 m2. La colección de géneros de palmeras caribeñas está entre las más completas del mundo.
Se espera un futuro más brillante para los años que vienen, ya que en Junio de 2007 se creó la "Fundación Canaria del Jardín Botánico del Palmetum de Santa Cruz", una fundación pública que gestionará el futuro del Palmetum. La Fundación, a su vez, será supervisada por algunas de las más importantes instituciones políticas y por la Universidad de La Laguna.


Plano del Jardín Botánico del Palmetum
Localización y Clima
El Palmetum se encuentra en la montaña llamada El Lazareto, en la punta Sudoeste de la ciudad de Santa Cruz, sobre el mar, que fue un vertedero cerrado en 1983. La superficie total de la montaña es de 120.000 m2, la superficie llana se encuentra a una altura de 42 m y posee una superficie de alrededor de 55.000 m2. Los taludes se extienden con una superficie de 65.000 m2.
El clima de las Islas Canarias es Subtropical Oceánico, con un patrón de lluvias Mediterráneo. La Temperatura Media Anual de Santa Cruz es de 21 ºC, la Pluviometría Media Anual es de 230 mm, lloviendo principalmente en invierno. La Temperatura Mínima de Invierno se encuentra alrededor de los 15 ºC. El clima oceánico es muy suave y los frentes de aire, fríos o calientes, llegan a las islas muy atenuados por el largo viaje sobre el mar. Los vientos son frecuentes, principalmente los que soplan desde el NE, especialmente en verano, y la estación corta de lluvias dura unos pocos meses en invierno. Las tormentas de viento han llegado a una máxima velocidad del viento aproximada de 110 km/h (Enero 1999), y 147 km/h (Noviembre 2005). Hubo una granizada en Enero 1999.
Sentido del proyecto y objetivos
El objetivo general era transformar y mejorar una de las áreas más degradadas de la isla de Tenerife: un vertedero enorme, viejo y abandonado bordeado por el mar y localizado en una esquina olvidada de la ciudad de Santa Cruz. Este terraplén era una montaña de basura virtualmente carente de vida, a excepción de la flora y fauna típicas de zonas secas y degradadas del archipiélago. Debíamos convertir ese infierno en un paraíso con una gran colección de palmeras en la zona de Europa donde más plantas tropicales pueden darse al aire libre. El centro de la ciudad debía crecer hacia el sur y alcanzar la montaña abandonada. El Palmetum iba a ser el nuevo espacio verde recreativo para los habitantes de un nuevo barrio que sería construido poco más adelante. Santa Cruz necesitaba una nueva institución dedicada a la ciencia y la cultura, así como también un hito turístico capaz de llamar la atención en una de las islas más visitadas del mundo. El Palmetum arroparía la investigación a nivel botánico de "nuevas" especies de palmeras, incluso para satisfacer las necesidades de la floreciente industria local de viveros de palmeras ornamentales. También alojaría una escuela de jardinería y diseño paisajístico, y un museo etnográfico de palmeras. El Palmetum también estará abocado a representar y difundir conocimientos acerca de la flora nativa, porque una de las secciones biogeográficas está dedicada a la palmera Phoenix canariensis y el bosque termófilo Canario y con ella albergaría el primer Jardín Canario en Santa Cruz. Los objetivos eran verdaderamente ambiciosos, y la montaña artificial hubo de ser profundamente trabajada.

Criterios de diseño paisajístico
Se eligió un estilo de diseño natural, acorde a las tendencias más actuales. El reto era crear los paisajes más informales y naturales en la montaña más artificial del mundo. Cuenta con una moderna división de los jardines en secciones biogeográficas, para representar las floras de las distintas regiones del mundo. La mayor parte de la meseta está diseñada para acoger reconstrucciones ambientales. La sección de Madagascar ha sido ajardinada con césped para poder permitir el esparcimiento a los visitantes. En los taludes que dan al parque marítimo y a la ciudad se ha ubicado la sección de flora canaria, por un criterio de "canariedad" frente a la ciudad. Ésta, con 11.500 m2 el mayor jardín de flora autóctona en Santa Cruz.
Hay un gran sistema de cascadas, ríos y lagos, decorados con rocas naturales, que cruza las distintas áreas temáticas. Toda la meseta está coronada por un seto mixto de árboles cortaviento que tras varios años de adaptación ha logrado crecer y crear un clima agradable.
Los técnicos encargados del diseño del paisaje fueron el Lic. Carlos Simón, que además diseñó varias cascadas que se construyeron con inmensas rocas naturales y el Lic. Carlo Morici, autor del presente informe. Carlos Simón diseñó las secciones dedicadas a Madagascar, Mascareñas, Australia Sudamérica, África, parte del Caribe y de Indochina y el Octógono. Carlo Morici proyectó las secciones de Hawai, Melanesia, Nueva Caledonia, Nueva Guinea, Borneo, Canarias, parte del Caribe, de Indochina y la mayoría de los taludes. Colaboró también el Aparejador Elías del Castillo, colaborador del difunto César Manrique, con el diseño de la gran cascada de roca carbonatada que domina la sección dedicada al Caribe.
Criterios para la selección de especies
La colección se enfoca a la familia de las palmeras (Palmae o Arecaceae), que comprende unas 2.400 especies. En 1996 seleccionamos una lista de 500 aproximadamente con las que mejor podrían darse en el clima de Santa Cruz. Se priorizaron las palmeras nativas de ecosistemas insulares y la flora caribeña, debido a que las palmeras del Caribe se desarrollan bien en este clima y a los lazos culturales que existen entre las Islas Canarias y las islas hispanohablantes del Caribe. Cabe mencionar que estas islas fueron parcialmente pobladas con inmigrantes provenientes de las Islas Canarias. Algunas plantas fueron excluidas expresamente de la lista: aquellas que pudieran hibridarse con la única palmera nativa, Phoenix canariensis, y aquellas especies, de cualquier familia, que pudieran transformarse en invasoras del medio natural.
El Jardín Botánico del Palmetum de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias)
Texto y fotografías: Carlo Morici
parte 2
HISTORIA Y FUTURO DEL PROYECTO
El comienzo del desarrollo (1995-1996)
Los trabajos de construcción comenzaron en 1996, invirtiendo alrededor de cuatro millones de Euros en esta fase. El Director General del proyecto fue el Agrónomo Manuel Caballero, importante científico Canario desde siempre enamorado de las palmeras. La maquinaria de obra rediseñó la montaña con movimientos de tierra faraónicos. Miles de camiones transportaron suelo fértil que se extendió formando una capa en toda la superficie de la montaña. Se construyeron los primeros edificios, se excavaron los lagos y ríos. El vertedero se cerró oficialmente en 1983, pero la fermentación residual continuaba. La solución para hacer desaparecer los gases se instaló un complejo y costoso sistema de pozos, bombas y antorchas. Durante los primeros años se percibió el disgustoso olor de los gases, y algunas plantas murieron debido a las altas temperaturas alcanzadas en la capa superior del suelo. No obstante, año tras año el esfuerzo revirtió la situación.

La mayor parte de las especies se plantaron de semillas importadas desde diversos países, frecuentemente provenientes de Instituciones Botánicas, pero también ha habido numerosos especimenes importados como plantas de diferentes tamaños. Esta modalidad respondía a la urgencia de abrir el Jardín Botánico unos pocos años después. Las plantas se almacenaron en un invernadero de cuarentena. Algunas se compraron en viveros locales, mientras que otras se importaron desde el extranjero. Los dos Jardines Botánicos existentes en las Islas Canarias contribuyeron con la donación de ejemplares verdaderamente valiosos. Instituciones Botánicas de todo el mundo cooperaron compartiendo semillas de especies raras con el Palmetum, llegando a contener en el vivero de reproducción más de 700 especies de plantas en 1999. Se organizaron muchas expediciones a los trópicos con la finalidad de colectar semillas de especies únicas para la colección, para estudiar poblaciones de palmeras locales y para adquirir piezas de artesanía local para el Museo Etnográfico de Palmeras. Carlo Morici fue contratado en la primavera de 1996 con el fin de hacerse cargo de los asuntos botánicos, organizar una biblioteca y establecer una red de contactos. Dennis Johnson, fue el encargado de obtener la colección documentada de objetos fabricados con palmeras para el museo etnográfico.
Los primeros especimenes se plantaron en tierra en Septiembre de 1996. Algunos, como Roystonea regia, Sabal palmetto y Acoelorraphe wrightii, eran adultos. Alrededor de la superficie llana de la montaña se plantó una corona cortaviento compuesta por especies rápidas de los géneros Casuarina, Thespesia, Coccoloba, Tamarix, Washingtonia, Syagrus y Cocos. Durante los dos primeros años, las plantaciones fueron dirigidas intensivamente por Carlos Simón, quien también diseñó algunas de las espectaculares cascadas creadas a partir de inmensas rocas volcánicas. Dos de estas cascadas se ubican dentro del umbráculo octogonal. Otra enorme, diseñada por Elías del Castillo, domina sobre la sección Caribeña y descarga sus aguas en una "playa" de arena clara y cocos adultos plantados en 1999. La mayor parte de las especies se plantaron en grupos con el objetivo de conseguir el efecto de "poblaciones naturales" que recordasen la apariencia que tomarían en estado salvaje.



El Palmetum tenía dos nuevos edificios: la perla del proyecto era, indudablemente, el emblemático octógono. Este umbráculo es una estructura semienterrada creada con el fin de albergar especies que necesitaran un medio húmedo y sin viento para desarrollarse. El octógono debía convertirse en la cajita de las joyas, con un ambicioso diseño tecnológico, botánico y paisajístico. El otro edificio en construcción era el Museo Etnográfico de las Palmeras, con aulas, sala de reuniones y un herbario. Se diseñó como un edificio semisubterráneo para poderse cubrir parcialmente con vegetación (¡palmeras!). La entrada principal, diseñada de manera de conseguir una "selva", parte de la sección dedicada a la flora de Madagascar. Se han recolectado más de 1.000 artículos, algunos de ellos de gran valor etnobotánico. El más espectacular es una canoa de cerca de 3 m de largo traída desde Iquitos, Perú, fabricada con el tronco de una palmera "barrigona" amazónica, Iriartea ventricosa. Se dedicaría un cuarto entero a la palmera canaria, Phoenix canariensis, a la miel de palma, fabricada a partir de la savia concentrada, y a la compleja artesanía desarrollada a partir de hojas e inflorescencias, que poco a poco va desapareciendo del mercado local.
Plantando una montaña de Problemas (1996-1999)
Las palmeras pasaron verdaderos problemas durante los primeros años. Se tuenían que recuperar del estrés del transplante a la montaña desierta y el proceso de recuperación se hacía eterno. También nosotros manteníamos el escepticismo acerca de la aclimatación de todas las especies que plantamos en esa montaña de problemas. Las pantallas cortaviento vivientes eran todavía muy jóvenes y el sistema entero era ecológicamente inmaduro. La desafortunada importación de especimenes de palmeras adultas causó una pérdida de prestigio al Palmetum. Muchas palmeras murieron después de una agonía interminable y la montaña se llenó de preocupantes troncos muertos. Nuestro proyecto inicial no tenía en cuenta la compra de grandes especimenes, pero las "prisas" nos obligaron a hacerlo. Las importaciones costaron dinero y trabajo, además de crear problemas burocráticos y requerir controles fitosanitarios costosos. Como ejemplo, casi la mitad de los Sabal palmetto adultos importados desde Florida murieron. Sin embargo, entre semillas y plantas, la colección creció de manera asombrosa hasta superar las 400 especies de palmeras, las plantas de tamaños menores reaccionaron positivamente al transplante, y los jardines se hicieron cada año más verdes.
A finales de 1999 todo empeoró. El proyecto entero se paralizó inesperadamente cuando la compañía constructora se quedó sin fondos. Alrededor del 40% de la meseta todavía era tierra desierta que nunca se había acondicionado y alrededor de la mitad de las especies de palmeras quedaron en macetas, esperando en un vivero o esparcidas por la montaña. Varios años o meses al borde del abandono provocaron la reducción de las especies de palmeras en cultivo de 460 en 1999 a 296 en 2006.


Una montaña de problemas. Vista general del Jardín Botánico sobre la montaña y al borde del mar
La parálisis (2000-2006)
El corte presupuestario a finales de 1999 provocó el final de muchas exquisiteces tropicales. En el 2000, la montaña se dejó con un mínimo de irrigación instalada, y consecuentemente muchas plantas se perdieron por sequía o negligencia. Fue entonces cuando decidimos retirar la mayor parte de las herbáceas en viveros que permitieran un control más sencillo. Cientos de las más jóvenes murieron, y perdimos saludables especimenes de Verschaffeltia, Nypa, Marojejya, Roscheria, así como también la rara Attalea crassispatha, Carpoxylon y la recientemente descubierta Coccothrinax boschiana.
Después del paro de las obras, se llevaron a cabo dos breves sesiones de plantaciones intensivas, en 2000 y en 2002. Con poco dinero y gran esfuerzo, se ajardinaron 13.000 m2 más. En estas dos ocasiones, Morici dirigió la creación de las nuevas secciones para las palmeras de las Islas del Pacífico, contando con la mano de obra proporcionada por el ayuntamiento y por el Instituto Canario de Formación y Empleo. De mediados de 2002 hasta todo el 2006 no sucedió nada relevante pero volvieron largas épocas de descuido y se fueron perdiendo más especies. El parque cerrado no contó con dirección técnica de ningún tipo y las aportaciones de nuevas semillas fueron pocas. Por otra parte, el medio se fue volviendo progresivamente más apropiado para las palmeras y árboles, y muchas de las especies que habían logrado resistir duramente los años difíciles comenzaron a crecer más rápidamente. Con el pasar de los años, las palmeras plantadas de semilla dieron excelentes resultados, siendo hoy tan altas y fuertes como las que se plantaron importadas como especimenes adultos. Durante esos años de parálisis, cambió el paisaje alrededor del Palmetum ya que la ciudad creció rápidamente como las palmeras y literalmente llegó hasta la montaña. El Palmetum quedó, por tanto, emplazado estratégicamente entre el océano y un nuevo centro de la ciudad, caracterizado por dos grandes y extravagantes edificios diseñados por el Arquitecto español Santiago Calatrava: el Auditorio y el Recinto Ferial.

El renacer de 2007
En Junio de 2007 se creó una fundación pública para gestionar el futuro del Palmetum. El nombre completo es "Fundación Canaria del Jardín Botánico del Palmetum de Santa Cruz" y estará bajo el control de algunas de las más importantes instituciones políticas: 60% Gobierno de Canarias, 20% Ciudad de Santa Cruz y 20% Autoridad Portuaria. La Universidad de La Laguna, Tenerife, participará aportando a la comisión un miembro.
Algunos de sus objetivos más importantes, según el protocolo firmado, son: Promover y difundir el estudio de las plantas, la cultura científica y la didáctica de la ciencia; mantener un intercambio permanente con centros homólogos en otras ciudades y otros países, contribuir a preparar especialistas en el campo de la botánica, organizar exhibiciones, congresos, conferencias y cursos, concernientes a la ciencia y la tecnología, abrir los jardines al público y atraer el turismo de calidad.
La fundación todavía no ha empezado a actuar pero en este mismo 2007, el Gobierno de Canarias ha aportado 600.000 euros para obras de mejora ambiental y el Ayuntamiento un proyecto con trabajadores de convenio del instituto canario de empleo, ICFEM. Ambos proyectos fueron codirigidos por Morici.
Las obras encargadas por el Gobierno, dirigidas por el Ing. José Timón han consistido en la construcción de un nuevo edificio cabezal de riego, la reposición del anillo principal de riego, la mejora del sistema de degasificación, y la plantación de los taludes orientados hacia el Sur, que no habían sido tocados anteriormente, ampliando en estos taludes las secciones geográficas cercanas. Más de tres hectáreas de taludes se cubrieron de una capa de tierra fértil de 15 cm y luego con una malla antierosión de fibra de coco. Sobre esta tela se colocaron las tuberías de riego por goteo y se plantaron esquejes de especies tapizantes. En toda la superficie se plantaron palmeras y árboles empleando especies insólitas de la colección del Palmetum. Aprovechando estas grandes obras se abrieron nuevas pistas de comunicación en las laderas y se demolió el invernadero de cuarentena que se encontraba en mal estado.

Se abrieron nuevas pistas de comunicación en las laderas y se demolió el invernadero de cuarentena
En Julio-Octubre 2007, el proyecto del Ayuntamiento titulado Creación de áreas temáticas en el Palmetum, ha dado vida, con 20 trabajadores, a las secciones dedicadas a Nueva Guinea y a Borneo y Filipinas. Con ellos, también se ha podido mejorar el riego de los antiguos jardines y añadirles docenas de especies que se conservaban en maceta. Por último, se ha mejorado el etiquetado y reconstruido el vivero existente en la sección caribeña que llevaba varios años abandonado.


Fotos 1 y 2 Mejora y plantación de taludes. Foto 3 Plantaciones años 2000-2002
El futuro
Se necesitan nuevos fondos para acabar el proyecto. Los jardines no están acabados, falta, por ejemplo etiquetado, señales indicativas, barandas, bancos y papeleras. La colección se debe recuperar y mejorar y quedan por ajardinar varias hectáreas de jardín utilizable. La mayor parte de las herbáceas que se encuentran almacenadas en vivero darían vida y color a las secciones biogeográficas, que son ahora jardines maduros con palmeras altas. La mayoría de las estructuras de hormigón necesitan restauración, así como la cúpula del octógono, que perdió su malla de sombreo y se encuentra dañada en los anclajes. El Museo Etnográfico está totalmente vacío. La valiosa colección de objetos elaborados con palmeras debe conseguir un emplazamiento digno.
El todavía cerrado Palmetum ya ha causado sensación en el sector de los espacios verdes: todos quieren una cascada "como las del Palmetum". La comunidad internacional está esperando ansiosamente la apertura. La Sociedad de Palmeras francesa "Fous de Palmiers", visitó el Palmetum a finales de 2004 y la International Palm Society mostró su interés en llevar a Tenerife su encuentro bienal para el 2010.
El Palmetum será el primer jardín botánico emplazado en la costa Sur de una isla Canaria y por esta razón es el que con más éxito podría albergar especies tropicales. Todos los que hemos trabajado en el proyecto deseamos que se convierta en un Jardín Botánico, moderno y sostenible, con un equipo técnico permanente que asegure una alta calidad de mantenimiento e investigación y que cuide los asuntos culturales y recreativos.
Desde los miradores del Palmetum, localizado en el punto más alto sobre la línea de costa, los visitantes contarán con las mejoras vistas al mar, a la ciudad y a la isla entera, incluyendo al majestuoso volcán Teide, de 3.718 m de altura. El diseño informal de jardines, con riachuelos, cascadas, lagos y playas, hará del Palmetum un lugar único en el mundo. En el corazón de esta poblada ciudad, los visitantes podrán caminar a través de las selvas Sudamericanas entre lomas y puentes. En la quietud total del parque, podrán beber un ron con guarapo en el restaurante del área caribeña, para luego admirar los árboles del pan en la sección de Melanesia. Podrán probar postres endulzados con miel de palma "endémica" de la isla de La Gomera. Definitivamente, podrán disfrutar de uno de los más bellos jardines del mundo.
Lo peor ya pasó y el experimento sigue adelante: ahora sabemos qué palmeras funcionan en la montaña, que ha "madurado" con los años. Tenemos la esperanza de que este espacio cumplirá sus objetivos más importantes: ser un Jardín Botánico y un gran Parque Público.
El Jardín Botánico del Palmetum de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias)
Texto y fotografías: Carlo Morici
parte 3
LAS COLECCIONES Y LOS JARDINES
Panorama general de las colecciones
De acuerdo con los datos de Diciembre 2006, el Palmetum alberga un total de 720 taxones registrados, representados por al menos 2.600 especímenes. La familia Arecaceae (Palmeras) es la mejor representada en la colección, con 296 taxones. Los géneros de Arecaceae más representados son: Coccothrinax (41 taxones), Chamaedorea (18), Dypsis (12), Syagrus (12), Copernicia (11), Livistona (11), Pritchardia (11) y Arenga (10). La colección incluye cientos de especies de plantas pertenecientes a otras familias, por su valor conservacional o educativo, o porque dan un contexto florístico a las palmeras creando reproducciones realistas de sus hábitats naturales. Las familias más representadas son: Bromeliaceae (89), Agavaceae (23) y Moraceae (21). Hay también una rica colección de especies poco comunes de Agave, Ficus, Pandanus, Plumeria, Araceae y Bromeliaceae. La casi totalidad de las especies plantadas en tierra se encuentra etiquetada con un número de registro. Este número corresponde a una base de datos con fichas de procedencia que en la mitad de los casos son muy completas, con referencias geográficas exactas proporcionadas por sus recolectores.

Algunas especies de la colección de Coccothrinax
Más que el número de especies destaca el valor de algunas. Entre todas hay 132 especies de familias distintas que constituyen material prioritario y 72 taxones incluidos en la lista roja de especies amenazadas de la UICN Se cultivan palmeras muy distintas de las que se utilizan en jardinería, de gran valor didáctico por sus hábitos de crecimiento peculiares, como las lentas palmeras "botella" o las especies trepadoras, que se utilizan industrialmente para la producción del ratán. Al menos cinco de las especies cultivadas son representadas en cultivo tan sólo en otro jardín botánico y quizás una o dos de ellas no existan en cultivo en ningún otro lugar del mundo.


Otras plantas de colecciones: Coccothrinax borhidiana y Simarouba berteroana
La colección de palmeras caribeñas, fruto de las expediciones organizadas por el Palmetum, incluye una gran diversidad de especies y la mayoría del material prioritario plantado en suelo, destacando la representación del género Coccothrinax. Muchas proceden de recolectas en hábitat, derivadas de los intercambios realizados con instituciones oficiales de varios países del Caribe y de las expediciones. Para algunos registros existen incluso pliegos de la población madre depositados en herbarios de varios países.
Además de las palmeras, muchas otras especies han crecido rápidamente. El árbol más grande del Jardín Botánico es un majestuoso Ficus religiosa que ha sobrepasado los 15 m de altura. La gente se sorprende muy frecuentemente por la presencia de baobabs que hicimos germinar en 1996 (Adansonia grandidieri y A. digitata), y por los mangles adultos (Rhizophora mangle), plantados en el lago principal, que ya se sostienen en sus típicas raíces en forma de zancos y producen los típicos frutos flotantes con forma de torpedo. Hay también árboles de fruto poco comunes como el cacao (Theobroma cacao) o el árbol del pan (Artocarpus camansii). Hay alrededor de 50 Araucaria columnaris de Nueva Caledonia, plantadas desde el alto de la montaña ladera abajo hasta el mar, colectadas en hábitat por Morici a finales de 2000. Existe un individuo de un cactus arbóreo de 4 m de altura que posiblemente pertenece a una nueva especie de Consolea, que espera a ser estudiado y descrito.
Fuentes de los especímenes de la colección
Algunas palmeras adultas fueron importadas del exterior en 1996-1997 aunque la mayoría de las especies se introdujo como semillas, obtenidas durante nuestras expediciones o como producto de nuestra red de contactos con otros jardines botánicos especializados en flora tropical. A lo largo de los años, muchos paquetes llegaron desde sitios tan diversos como Nueva Caledonia, Hawai, Brasil, Cuba, Florida, Australia, Indonesia y la República Dominicana.
A) Palmeras adultas y juveniles importadas desde viveros especializados en Florida, Sudáfrica y Cuba.
B) Semillas obtenidas durante expediciones a diversos países, organizadas en el período 1996-2000.
C) Semillas, plántulas y esquejes obtenidos de diversos jardines botánicos alrededor del mundo, recolectores, universidades, servicios forestales, etc.
D) Plantas donadas por otras instituciones canarias, como el Jardín Botánico de Aclimatación de La Orotava, ICIA (Instituto Canario de Investigaciones Agrarias), el Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo, de Gran Canaria o el Vivero Municipal de Plantas Autóctonas del Cabildo de Tenerife.
Las importaciones de plantas adultas, procedentes de viveros comerciales, siguieron las reglas de cuarentena determinadas por los servicios fitosanitarios. Las importaciones de semillas se efectuaron gracias a la mediación de instituciones científicas de los países de origen y para todas ellas se obtuvieron los permisos correspondientes de exportación/importación para fines no comerciales.
Especies de conservación prioritaria
132 taxones de diferentes familias están archivados como Material Prioritario para la gestión del Palmetum. 92% pertenecen a la familia Arecaceae (Palmeras). Más de la mitad pertenecen a colecciones documentadas en la naturaleza.
A) 72 de ellas son especies incluidas en la lista roja de la UICN:
1 EW (Extinta en estado salvaje) - 14 CR (En peligro Crítico) - 17 EN (En peligro) - 13 VU (Vulnerable) - 7 NT (Amenazada) - 16 LR (Bajo riesgo) - 4 DD (Sin suficientes datos)
B) 25 Especies "raras en cultivo"
Raras incluso entre los Jardines Botánicos más especializados. Al menos tres de ellos son los únicos especimenes cultivados existentes.
C) 53 Especies "lentas y por ello raras"
53 especies son "raras" debido a su crecimiento lento. Algunas de ellas pueden tardar 10 años para alcanzar los 50 cm de altura total y 15-30 años en producir semillas (p.e. los géneros Coccothrinax y Copernicia). Son raramente ofrecidas en el mercado y son virtualmente irreemplazables.
Algunos taxones se cultivan en número suficiente como para permitir la producción de semillas ex situ de especies UICN. Un caso destacado es Coccothrinax borhidiana O. Muñiz, que es una especie lenta y en peligro crítico (UICN: CR B1+2c) representada por especimenes de 17 años plantados en la sección del Caribe y algunos más en macetas.

Los Jardines distribuidos en Secciones Biogeográficas
La superficie de la montaña se divide en 14 Secciones Biogeográficas, con la intención de representar y enseñar las diferentes floras del globo. Las divisiones geográficas o de hábitat son una tendencia actual en el diseño de jardines botánicos debido al alto valor didáctico y por ser, además estéticamente agradables.
Las secciones están dedicadas a: Madagascar, Nueva Caledonia, Hawai, Melanesia, Islas Mascareñas, Australia y Lord Howe, Islas Canarias, Islas del Caribe, Nueva Guinea, Borneo y Filipinas, Indochina, Sudamérica, América del Norte y Central, África. La vía de acceso a la montaña y todo el talud frente al Recinto Ferial constituyen una selección miscelánea para representar especies variadas. El Octógono tampoco tiene una compartimentación clara sino una división aproximada Nuevo Mundo – Viejo Mundo y está prevista en él una zona para las seis especies endémicas de Seychelles.
Cada sección toma una apariencia diferente: algunas están cruzadas por riachuelos o lagunas, la de Madagascar tiene césped. La sección Canaria se ubica en una ladera, en la entrada. Todas las secciones restantes se ubican en la superficie llana de la montaña, pero algunas de ellas también incluyen parte de las laderas y se extienden ladera abajo hasta el mar. La sección más grande y rica es la del Caribe, que alberga a la mayor parte de las especies clasificadas como Material Prioritario.
Sección Sudamericana
Esta sección e extiende a través de la porción más larga y recta del riachuelo. En esta área se encuentran varios especímenes adultos de Copernicia alba, Trithrinax acathocoma, T. campestris, T. schizophylla, Allagoptera, unas pequeñas Attalea de 2-4 m de alto. En los taludes exteriores del octógono crecen cuatro Polyandrococos caudescens que comenzaron a florecer en 2007. En esta sección se pueden admirar varias especies de Syagrus: hay dos Syagrus botryophora, donadas por el Montgomery Botanical Center de Miami, plantadas en suelo en Abril de 1999: desde entonces produjeron alrededor de 2 m de tronco al año, hasta que se volvieron más lentas a raíz de su floración a comienzos de 2004, cuando contaban con unos 7 m de alto. En la actualidad crecen mucho más lentamente, aunque están incrementando sus bases en circunferencia. Una tercera palmera murió durante una tormenta de viento en 2005. Hay un Syagrus picrophylla y una sucesión de altas Syagrus sancona y debajo una "población" de Syagrus schizophylla adultos. Una "nueva" palmera muy interesante en esta área está representada por dos especimenes de la nueva Syagrus vermicularis. Esta especie fue descrita recientemente, en Septiembre de 2004 por el Dr. Larry Noblick del Montgomery Botanical Center. Fue él quien nos envió las plantas jóvenes en 1998, junto con tres Syagrus orinocensis de semilla colectadas en estado salvaje en Venezuela que también ya florecen en esta área del parque. En el año 2000 plantamos tres especies de Ceroxylon en un punto más fresco. Uno de ellos está vivo, y muestra un buen aspecto. Los otros dos murieron durante los largos y secos veranos. Algunas dicotiledóneas arbóreas que crecen en esta sección son: Genipa americana, Hura crepitans, una especie de flores rosadas de Lonchocarpus, y Coussapoa microcarpa.

Dos vistas de la sección dedicada al
CaribeSección Africana

Son relativamente pocas las especies de palmeras que hay en África, y menos aún están representadas en el Palmetum. Varios Borassus aethiopum jóvenes crecen lentamente, aunque sus hojas ya llegan a medir 4 m. Tres de ellas germinaron a partir de semillas colectadas en el Jardín Botánico de Cienfuegos, en Cuba y dos fueron compradas a viveros privados en Florida. Una Jubaeopsis caffra floreció por primera vez en 2004 y las primeras semillas viables se obtuvieron en Julio de 2007. Docenas de Elaeis guineensis florecen y fructifican desde el verano de 2000. En 2007 agregamos en las laderas que dan al Sur varios individuos de Hyphaene coriacea, un Aloe barberae y dos Aloe dichotoma. Otros árboles plantados en esta sección son: Acacia albida, Acacia salicina, la comestible Pappea capensis, Ficus sur, F. natalensis, una hilera de Ficus salicifolia colectada por Giuseppe Orlando en Salalah, Oman y baobabs Africanos (Adansonia digitata) de semillas colectadas en Gambia. Muchos Chamaerops humilis var. cerifera, nativos de Marruecos, se plantaron en esta sección, a lo largo de la ruta principal de entrada. Hemos contado con dos Raphia australis que crecieron de manera impresionante durante años, pero que murieron de sequía en 2007. Entre los años 2001 y 2003 crecieron desde una altura de sólo 2 m hasta los impresionantes 7 m. Sus hojas extremadamente largas se sostenían por raquis color anaranjado brillante. Esperamos que el Palmetum pronto vea un renacer durante el cual se puedan reponer las especies perdidas y se lleguen a plantar en tierra muchas otras palmeras nativas de África.

Arriba una panorámica de la sección de África. Abajo una panorámica de la sección de Melanesia
Sección de Melanesia
Este sector es un espacio joven, plantado a finales de 2000. Las palmeras establecidas son una Ponapea hosinoi, diversas Pritchardia pacifica, varias especies de Veitchia y una pequeña Neoveitchia storckii plantada en Septiembre 2007. En los taludes que corresponden a esta sección se encuentran plantados varios grupos de Pritchardia thurstonii. Otras interesantes especies que no pertenecen a la familia de las palmeras son: el Noni, Morinda citrifolia, los árboles del pan con semilla, Artocarpus camansi, dos grandes Pandanus pyriformis, germinados a partir de semillas distribuidas por el Palmengarten de Frankfurt en 1998 y un árbol de Erythrina variegata ‘orientalis’, que es una forma de porte erecto, frecuentemente plantada como cortaviento en las islas pacífico debido a su resistencia y crecimiento vertical.


Dos aspectos de la sección de Melanesia. En la foto de la izquierda Artocarpus camansii
Sección de Nueva Caledonia
Este archipiélago relativamente pequeño es refugio de una flora tropical especialmente interesante. Posee 37 especies de palmeras y todas ellas son endémicas. Esta sección se diseñó en 2000-2001 e incluye cuatro Kentiopsis oliviformis y varias Chambeyronia macrocarpa, pertenecientes a distintas formas locales de la isla de origen. La Chambeyronia de más edad comenzó a florecer en 2007. En Agosto de ese año, plantamos una Burretiokentia hapala colectada en Vallée de Palmiers y un espécimen de la forma local de Chambeyronia de Houailou. Ésta germinó a partir de una semilla donada en 2000 por la Asociation Chambeyronia de Nueva Caledonia. También se instalaron los primeros ejemplares de la forma de capitel amarillo originariamente recolectada en la región de Ba y antiguamente llamada Chambeyronia hookeri. Hay varias plantas que provienen de material colectado en estado salvaje: algunos especímenes de la forma grande solitaria de Crinum asiaticum, Acacia simplex, Hernandia ovigera, Ficus cf. habrophylla, cerca de 50 árboles de Araucaria columnaris, y más.

Atardecer desde la sección de Nueva Caledonia
Sección de Hawai
Sólo un género de palmeras, Pritchardia, crece de forma natural en las islas Hawai, con más de 20 especies endémicas del archipiélago. Estas palmeras crecen especialmente bien y rápido en las Islas Canarias. Hay cinco especies plantadas, que forman grupos de especímenes maduros y más especies representadas por individuos juveniles en maceta. Pritchardia minor es, probablemente, la más atractiva de las especies, con hojas particularmente pequeñas con tomento blanco. Hay un grupo de Pritchardia munroi, germinadas a partir de semillas donadas por el Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo, en Gran Canaria, que es uno de los pocos lugares en el mundo donde se encuentran disponibles semillas puras de esta especie amenazada. Algunos árboles endémicos y populares de Hawai prosperan en esta sección, como dos especímenes de Acacia koa, un pequeño árbol de Hibiscus arnottianus var. inmaculatus y una hilera de Erythrina sandwicensis adultas cultivadas a partir de semillas colectadas en Makena, Maui por Brian Bruning. Otras plantas que crecen en esta sección son Musa sumatrana var. zebrina, Piper methysticum (‘awa o kava-kava), Cocos nucifera y Syzygium sp. (manzana de agua).


Un detalle de la sección de Hawai
Sección de Australia y Lord Howe
El área está dominada por especímenes altos de Wodyetia bifurcata, que comenzaron a florecer en 2004, y Livistona decora que crecieron muy rápido y producen semillas regularmente desde 2003. También hay diversas especies de Ptychosperma, Livistona y Archontophoenix, además de tres grandes juveniles de Corypha utan. Algunas livistonas poco comunes están representadas por un espécimen de Livistona mariae, dos L. fulva y dos L. lanuginosa, que se cargan de grandes frutos negros a finales de verano. Los representantes de las palmeras de Lord Howe son "las dos kentias": Howea forsteriana y Howea belmoreana. Otras especies Australianas se plantaron recientemente, en 2007, en las laderas de la entrada al Palmetum. Éstas son L. nasmophila y L. nitida

Un detalle de la sección de Australia
Sección de Indochina
Un gran espécimen de Ficus religiosa se alza por encima de cualquier otra cosa, ya que es el más grande de los árboles del Jardín Botánico. Las palmeras mayores pertenecen al género Arenga: hay dos A. pinnata, que producen hojas de gran talla que ya llegan a los 10 m de largo, y tres imponentes Arenga westerhoutii, plantadas en 2001. Un largo y denso seto de Arenga engleri produce frutos desde 2004 y tres Corypha umbraculifera aún sin tronco crecen a ritmo constante. Estas palmeras florecen sólo una vez en sus vidas de manera espectacular, para luego producir semillas suicidándose en nombre de la reproducción. Todos soñamos con vivir los suficientes años como para verlas florecer y morir. Cinco Wallichia disticha muestran "abanicos" perfectos, una de ellas empezó a florecer en el verano de 2007. Esta palmera con forma de abanico, con hojas emplazadas en dístico, también muere después de la floración, aunque en Wallichia esto ocurre mucho más temprano. W. disticha es, probablemente, la palmera de vida más corta, y ya se han plantado juveniles en maceta para reemplazar a los individuos que vayan muriendo. Una gran Bentickia nicobarica se ha recuperado y florece, tras un desafortunado comienzo en lo que antes era el desierto en la cima de la montaña. Hay varios especimenes de Livistona saribus, L. chinensis, L. rotundifolia y Licuala spinosa. Barringtonia asiatica o Bombax ceiba son algunas dicotiledóneas arbóreas que crecen en esta área.


Sección de Indochina, Bentickia nicobarica, Arenga engleri, Arenga pinnata y Livistona saribus
Sección de las Islas Mascareñas
Este pequeño espacio alberga especimenes de Hyophorbe lagenicaulis, H.indica, H.verschaffeltii, Latania loddiggesii, L. verschaffeltii y Dictyosperma album. Todos son adultos fructificantes excepto H. indica, que es más joven que las demás y se plantó en 2001. El único espécimen de Acantophoenix murió de sequía en el verano de 2004.


Detalles de dos palmeras de las Islas Mascareñas. Hyophorbe verschaffeltii e Hyophorbe lagenicaulis
Sección de Madagascar
La flora de palmeras de Madagascar es muy rica y cuenta con aproximadamente 180 especies de palmeras y un nivel de de endemismo del 98%. La colección en el Palmetum es pobre si se compara con la diversidad de palmeras existente. Esta sección se extiende entre el Octógono y el museo de palmeras. Incluye un gran césped con palmeras, donde los visitantes pueden caminar libremente, parte del lago principal, algunos taludes y un espacio en blanco que se plantará con árboles perennes que den sombra a las palmeras de sotobosque.
La vista majestuosa del inmenso grupo de Bismarckia nobilis azules invita a los amantes de las plantas a detenerse para descansar y deleitarse con su belleza. La floración comenzó en 2003, pero sólo los ejemplares macho produjeron inflorescencias. Al año siguiente, las hembras se sumaron, y en el otoño de 2004 ya contábamos con los primeros frutos viables. En el prado principal hay varias Dypsis cabadae, que fructifican desde mediados de 2004. Los altos especímenes de Dypsis leptocheilos y D. madagascariensis florecieron por primera vez en 2004. Quedan sólo dos de las muchas Ravenea rivularis que se importaron de Forida en 1996, pero ya han empezado a florecer. Una prometedora Ravenea glauca sobrevivió a la mala suerte que persigue al Palmetum y ahora goza de una apariencia saludable. En 2006 se plantó una Dypsis cf. ambositrae y durante el "renacer" de 2007se agregaron algunas Dypsis decipiens y Ravenea xerophila. Las únicas dicotiledóneas arborescentes son los baobabs malgaches Adansonia grandidieri y Delonix cf. adansonioides. El baobab de Madagascar también está representado fuera de su sección por una alineación de 180 m de largo con árboles plantados a lo largo de la línea del mar, en la base del talud sur


Una panorámica de la sección de Madagascar
Sección de América del Norte y Centroamérica
Esta área está dominada por las especies Sabal palmetto, Washingtonia robusta y Acoelorraphe wrightii, que fueron importadas como especímenes grandes desde Florida. La mayoría del resto de las palmeras son jóvenes. Hay dos Sabal mauritiiformis, varias S. mexicana y una S. yapa, varias especies del género Brahea, una Attalea cohune y un juvenil de Coccothrinax readii: la única especie Mejicana de este género, que por otra parte es típicamente insular. Hay algunos especímenes de la forma de hoja fina de Chamaedorea seifrizii, colectada en estado salvaje en la selva semicaducifolia del Noroeste de Yucatan por el botánico mejicano Roger Orellana. En el año 2007 agregamos Rapidophyllum hystrix.
Otras plantas presentes en esta sección son Piper auritum, Crescentia cujete, Calliandra sp., varias cycadáceas y más. Hay 15 Serenoa repens maduras, plantadas fuera de la sección, a lo largo de la pista principal de acceso, que crecen a partir de semillas colectadas en 1997 por C. Morici y S. Zona, de la población salvaje que crece en Navy Wells, al norte de Miami, Florida, y un grupo de Brahea armata colectadas en estado salvaje que crecen en los taludes de la entrada.


Una panorámica de la sección de América del Norte y Centroamérica
Sección del Bosque Termófilo Canario
Se extiende sobre una vaguada fresca de la montaña (11.500 m2), orientada hacia el Norte y dedicada a la flora nativa de las Islas Canarias, con especial interés en reproducir el Bosque Termófilo Canario. La palmera nativa, Phoenix canariensis, fue con frecuencia un árbol dominante en este tipo de vegetación, que se vio dramáticamente reducido durante las centurias pasadas. Esta sección del Palmetum alberga muchos especimenes adultos de P. canariensis, junto con otras especies nativas de los géneros Apollonias, Dracaena, Phoenix, Euphorbia, Echium, Marcetella, Kleina, Lotus y Argyranthemum. La bulbosa endémica Pancratium canariensis ofrece una vista particularmente bonita con su floración profusa. El vivero de especies autóctonas del Cabildo de Tenerife, está ahora aportando más especies con datos de localidad. Con suerte y continuidad, este jardín canario será el mayor en Santa Cruz de Tenerife y tendrá un potencial didáctico inmenso para toda la ciudad

Las nuevas Secciones de Borneo y Nueva Guinea
Ambas secciones se iniciaron en julio de 2007, a cargo de C. Morici. No había vegetación creciendo en el área, de manera que el desafío se abordó plantando árboles de pantalla y de porte, para que proveyeran de sombra y refugio en el futuro.
- La sección dedicada a la flora de Borneo y Filipinas (cerca de 3.000 m2) se está plantando con Thespesia populnea, Cocos nucifera,
Harpullia arborea, nacidas a partir de semillas colectadas en el Fairchild Tropical Botanical Gardens de Miami, Cassia sp., Syzygium sp., Arenga pinnata y Adonidia merrillii. El ICIA (Instituto Canario de Investigaciones Agrarias) pronto donará ejemplares de Salacca, Syzygium y Mangifera, germinadas dentro de su colección de frutos tropicales, de manera que, posiblemente, una Salacca será la primera palmera que se plante en suelo.
- La Sección de Nueva Guinea (cerca de 4.000 m2) cuenta con un profundo lago en el centro, aunque actualmente está seco. El área está plantada con Schefflera actinophylla, Barringtonia asiatica, Flacourtia inermis y Hibiscus tiliaceus. Hay varios ejemplares de Thespesia populnea y Cocos nucifera, un Canarium oleosum y dos variedades distintas de arbol del pan: Artocarpus altilis: Ma’afala y Maopu. Además de los cocoteros, las únicas especies de palmeras de esta área son Areca macrocalyx, Salacca sp. y Livistona benthamii. Contamos con la esperanza de conseguir más especies y seguir plantando una vez que los árboles de porte hayan crecido.
El Octógono
Es el principal invernadero del Jardín Botánico, con una superficie de 2.300 m2, equipado con cascadas, riachuelos y un sistema de nebulización, diseñado para acoger las especies más delicadas, que necesiten un medio constante, sin viento y húmedo. Contiene senderos tortuosos que cruzan los riachuelos, puentes y cascadas, diseñados por C. Simón. Muchísimas palmeras tropicales poco comunes crecían a la perfección, junto con helechos y vegetación herbácea, pero la cúpula perdió la malla de sombreo durante los años de abandono y muchas de las más raras especies se perdieron entre 2001 y 2006 debido a la sequía y la luz directa del sol. Las paredes de piedra todavía están cubiertas por aráceas y las palmeras supervivientes actualmente encuentran algo de sombra bajo algunos árboles (mayormente Cecropia) y las palmeras más altas (Caryota no, Caryota urens, Carpentaria acuminata). Hay dos espléndidas Pelagodoxa henryana que vinieron como semillas colectadas en Vanuatú. Otros centros de atención son dos Archontophoenix purpurea adultas, con hojas delgadas y capiteles púrpura-azulados. Hay seis Licuala ramsayi, varias especies de Cryosophila y dos juveniles de Arenga undulatifolia, tres Caryota cumingii que comenzaron a florecer en 2005, grupos de Schippia concolor, Thrinax excelsa, Ptychosperma microcarpum, Arenga caudata o Rhapis cf. multifida. El pilar principal que sostiene la cúpula del Octógono sirve también de sostén a la sorprendente palmera trepadora Daemonorops cf. jenkinsiana. Otra especie trepadora armada con espinas, Desmoncus ortacanthos, germinó a partir de semillas colectadas en Yucatan en 1997 por el botánico Mejicano Roger Orellana, y floreció por primera vez en abril de 2004. Una Astrocaryum standleyanum de cinco metros de alto muestra su armadura a los pocos visitantes afortunados, y a unos pasos de allí, hay dos Heterospathe elata con troncos de dos metros de alto y un Aiphanes adulto. Algunas Areca triandra y Pinanga coronata florecen regularmente. Hay dos grupos de Bactris major var. infesta, y una de ellas produjo algunos tallos con hojas variegadas. La colección de Chamaedorea se "asó" en 2001-2002, cuando el viento se llevó la malla de sombreo del Octógono. A día de hoy, sobreviven unos pocos especimenes pertenecientes a las especies Chamaedorea cataractarum, C. nationsiana, C. radicalis, C. metallica y C. brachypoda. Los supervivientes de otras especies luchan contra el sol en condiciones realmente tristes.

Se plantaron muchas especies de otras familias en el Octógono. Algunos supervivientes son las diversas especies de Ficus, como F. auriculata, la arbustiva F. erecta y F. aspera var. parcellii, la planta que parece una palmera, Carludovica palmata, el inmenso Philodendron giganteum colectado originalmente por Morici en la isla de Nevis, el árbol de selva tropical Duabanga grandiflora, una Bauhinia sp. de flores blancas, un Oreopanax sp., una pequeña colección de Heliconia y dos árboles no identificados, donados por el Jardín Botánico de Aclimatación de La Orotava, localizado en el Norte de Tenerife.











La colección de palmeras del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia es una de la mejores de Europa. Podemos encontrar, dispersas por los cuadros que componen el Jardín, mas de 150 especies cultivadas al aire libre o en invernaderos. Un gran número de ellas se encuentran en estado adulto, superando algunos ejemplares los 150 años.Podemos destacar entre otras, por su edad, porte y singularidad, un ejemplar multicaule de palmera datilera (Phoenix dactylifera L.) con unos 33 brazos que, como suele ocurrir con los ejemplares remarcables tiene nombre propio: La Carcasa. También citaremos 4 ejemplares de Sabal domingensis Becc. en estado adulto, únicos en Europa; y la palmera más alta del jardín, una Washingtonia robusta Wendl. que supera los 35 m de altura.En las actuaciones sobre las palmeras intentamos respetar al máximo la biología y la arquitectura de la planta. Los trabajos de poda se realizan de forma individualizada y en función de las necesidades de cada especie e individuo: situación, estado biomecánico, fisiológico, etc. Sólo se poda cuando hay peligro de desprendimiento de hojas secas, normalmente en periodos de entre 3 y 5 años.La poda es llevada a cabo durante la primavera y el verano, eliminando sólo las hojas muertas o como máximo una corona de hojas verdes (quitar más hoja verdes y funcional se traduce en un estrés alimenticio y el estrechamiento del tronco), las inflorescencias secas y las que causan molestias, dejando el resto.El sistema de ascensión más utilizado, debido a las características del Jardín, que no permite en muchos emplazamientos la entrada de grúas, es la bicicleta. Este sistema de seguridad, fue introducido en España por los técnicos del Jardín en 1989, se usa con una eslinga de acero y un arnés, es seguro y cómodo para el podador e inocuo para la palmera.De forma tradicional, en la Comunidad Valenciana, se ascendía a la palmera con la única protección de una cuerda de fibras vegetales trenzadas, pasada por la espalda, con los pies descalzos o con un calzado ligero de esparto. Evidentemente era un trabajo muy peligroso y había bastantes accidentes, sin embargo, era respetuoso con la palmera ya que no dañaba su tronco. En otras regiones y países, está muy difundido el uso de las espuelas. Este sistema de ascensión daña irreparablemente los estípites, generando grandes agujeros que comprometen la biomecánica y la estabilidad futura de la planta, al mismo tiempo que la seguridad del podador.El Jardín ha sido pionero en la formación y especialización de los profesionales de la poda de palmeras, mediante la realización de cursos específicos de tratamiento y manejo, la aplicación de sistemas, técnicas, materiales y herramientas de seguridad para desarrollar este trabajo con garantías. Esta labor continuada en la difusión de conocimientos, técnicas y materiales, a terminado por implantarse en otros países de la Europa mediterránea, haciendo posible una mejora sustancial en la calidad y seguridad de los trabajos.En 1995 se desarrollo la técnica y se llevo a cabo en la Washingtonia robusta Wendl. más alta del jardín, el primer simulacro europeo de rescate de un podador herido en altura, primeros auxilios y evacuación.Técnicos especialistas José Plumed y Vicente Isach.















El Jardín Botánico de la Universidad de Valencia alberga una de las colecciones más importantes de árboles y palmeras adultos de Europa. Destaca tanto por la diversidad de las especies cultivadas, como por la calidad de los ejemplares. Este monumental legado, que nos dejaron ilustres botánicos como: José Pizcueta, Rafael Cisternas, Jose Arevalo Baca y Eduardo Boscá, entre otros, ha sufrido a lo largo de la historia numerosos infortunios que han afectado a las colecciones, haciendo desaparecer una buena parte de ellas, deteriorando otra y conservando en buen estado el resto hasta nuestros días.

La arquitectura y los arquitectos han sido fundamentales en el desarrollo del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia. En la actualidad el Jardín aún conserva interesantes construcciones realizadas a lo largo del siglo XIX, que contrastan con las líneas modernas del edificio de investigación inaugurado en el año 2000.El trazado de los pasillos se dibujó en 1802 y de aquella época han llegado también hasta nuestros días las acequias de riego de clara influencia morisca.El invernadero tropical, inaugurado en 1862, el de la balsa, de 1888, los de exhibición, de finales del XIX, y el umbráculo, de 1900, son los elementos arquitectónicos más destacados que aún se pueden ver en el Jardín, en todos ellos domina el hierro y el ladrillo como elementos constructivos.


El Jardín Botánico de la Universitat de València se fundó en1567 para el estudio de las plantas medicinales. Después de ocupar distintos lugares en la ciudad es instaló, en 1802, en el Huerto de Tramoyeres, su ubicación actual. Tras sufrir un largo periodo de abandono, se inició su restauración en 1987 que concluyó en el año 2000 con la inauguración del edificio de investigación. La docencia, investigación y divulgación son sus actividades principales y su razón de ser.Primavera, verano, otoño e invierno, cada estación ofrece un paisaje diferente. Las orquídeas, los cactus, la huerta, los grandes árboles, las flores, las semillas, los colores, los olores, la tranquilidad, el silencio, la relajación, una sombra, aire fresco, es nuestra mejor oferta para los visitantes. Esto es el Jardín Botánico.