sábado
:: Plantas Acuáticas
TIPOS DE PLANTAS ACUÁTICAS
Las plantas acuáticas son aquellas que requieren una gran cantidad de agua en sus raíces para vivir. Las más conocidas son los Nenúfares, pero hay bastantes más.
Distinguimos 4 tipos de plantas acuáticas y un quinto grupo adicional de plantas recomendables para ubicar próximas a un estanque. Estos son los tipos:
1. De aguas profundas
2. Flotantes
3. Oxigenadoras
4. De ribera o palustres
5. Para cerca del estanque
Plantas acuaticas:
Como complemento ideal para nuestro estanque podemos seleccionar algunas plantas acuaticas o palustres que le den un toque de verde, incluso se pueden incluir carpas y anfibios. En las zonas más profundas del estanque, con más de 40 centímetros, podremos plantar diferentes tipos de nenúfares y lotos. Al sombrear el agua ayudan a controlar la proliferación de algas. Su plantación es sencilla: en macetas sumergidas. También podemos recurrir a plantas acuáticas flotantes, como por ejemplo la lenteja de agua (lemna minor) que actúa a modo de filtro biológico ayudando a mantener el augua limpia. Eso si, muchas se extienden con gran rapidez. Si en el estanque tenemos además peces, incluir plantas que oxigenen el agua es buena idea. Estas plantas oxigenadoras se encuentran totalmente sumergidas. Finalmente no hay que descuidar los bordes del estanque. En ellos tienen cabida las plantas palustres. La mayoría no necesitan mantener las raíces sumergidas permanentemente, pero si mucha humedad. Son la herramienta ideal para aportar naturalidad al estanque disimulando sus bordes.
Como complemento ideal para nuestro estanque podemos seleccionar algunas plantas acuaticas o palustres que le den un toque de verde, incluso se pueden incluir carpas y anfibios. En las zonas más profundas del estanque, con más de 40 centímetros, podremos plantar diferentes tipos de nenúfares y lotos. Al sombrear el agua ayudan a controlar la proliferación de algas. Su plantación es sencilla: en macetas sumergidas. También podemos recurrir a plantas acuáticas flotantes, como por ejemplo la lenteja de agua (lemna minor) que actúa a modo de filtro biológico ayudando a mantener el augua limpia. Eso si, muchas se extienden con gran rapidez. Si en el estanque tenemos además peces, incluir plantas que oxigenen el agua es buena idea. Estas plantas oxigenadoras se encuentran totalmente sumergidas. Finalmente no hay que descuidar los bordes del estanque. En ellos tienen cabida las plantas palustres. La mayoría no necesitan mantener las raíces sumergidas permanentemente, pero si mucha humedad. Son la herramienta ideal para aportar naturalidad al estanque disimulando sus bordes.
Incluir un estanque dentro del diseño de nuestro jardín equivale a incluir uno de los elementos más destacados y llamativos de los muchos que tenemos a nuestra disposición. El estanque atraerá invariablemente las primeras miradas y muy posiblemente se convierta en el elemento central entorno al que construir el jardín.
El agua crea un ambiente muy especial, refrescante en verano, siempre atractivo y relajante. Un estanque nos permitirá disfrutar de plantas que de otro modo sería imposible, no únicamente plantas acuaticas o palustres, sino también plantas un tanto delicadas con hojas propensas a dañarse ante la falta de humedad, como por ejemplo los arces japoneses (acer palmatum). El estanque creará un microclima a su alrededor con un nivel de humedad más elevado.
El agua crea un ambiente muy especial, refrescante en verano, siempre atractivo y relajante. Un estanque nos permitirá disfrutar de plantas que de otro modo sería imposible, no únicamente plantas acuaticas o palustres, sino también plantas un tanto delicadas con hojas propensas a dañarse ante la falta de humedad, como por ejemplo los arces japoneses (acer palmatum). El estanque creará un microclima a su alrededor con un nivel de humedad más elevado.
miércoles
:: Jardín Zen
Según la doctrina del budismo zen, el hombre debe aspirar a vivir en armonía consigo mismo. Esto se logra por medio de la meditación, y un jardín semejante, creado según directrices especiales, se presta por excelencia a este fin. Un jardín zen sirve de maravilla para tranquilizarse sin distracción y en armonía con el entorno. Su mayor ventaja desde luego no está en el mantenimiento del mismo. Al contrario: una vez creado, éste se debe dejar en paz, para sólo disfrutar de su presencia.
Una vuelta al pasadoYa en el siglo V, la gente en el Japón se iba a las montañas para disfrutar pasivamente del entorno. En los lugares más bonitos colocaban guijarros blancos alrededor de árboles y rocas. En realidad éstos fueron los primeros jardines zen.
Alrededor del siglo X cada vez más personas empezaron a creer en la doctrina del yin y yang, bajo la influencia del budismo emergente. Yin y yang representan lo negativo y lo positivo, lo masculino y lo femenino. Estos dos polos deben estar siempre en equilibrio y el hombre puede jugar un papel crucial al respecto.
Una vuelta al pasadoYa en el siglo V, la gente en el Japón se iba a las montañas para disfrutar pasivamente del entorno. En los lugares más bonitos colocaban guijarros blancos alrededor de árboles y rocas. En realidad éstos fueron los primeros jardines zen.
Alrededor del siglo X cada vez más personas empezaron a creer en la doctrina del yin y yang, bajo la influencia del budismo emergente. Yin y yang representan lo negativo y lo positivo, lo masculino y lo femenino. Estos dos polos deben estar siempre en equilibrio y el hombre puede jugar un papel crucial al respecto.
Según la doctrina del budismo zen, el hombre debe aspirar a vivir en armonía consigo mismo. Esto se logra por medio de la meditación, y un jardín semejante, creado según directrices especiales, se presta por excelencia a este fin. Un jardín zen sirve de maravilla para tranquilizarse sin distracción y en armonía con el entorno. Su mayor ventaja desde luego no está en el mantenimiento del mismo. Al contrario: una vez creado, éste se debe dejar en paz, para sólo disfrutar de su presencia.
Una vuelta al pasadoYa en el siglo V, la gente en el Japón se iba a las montañas para disfrutar pasivamente del entorno. En los lugares más bonitos colocaban guijarros blancos alrededor de árboles y rocas. En realidad éstos fueron los primeros jardines zen.
Alrededor del siglo X cada vez más personas empezaron a creer en la doctrina del yin y yang, bajo la influencia del budismo emergente. Yin y yang representan lo negativo y lo positivo, lo masculino y lo femenino. Estos dos polos deben estar siempre en equilibrio y el hombre puede jugar un papel crucial al respecto.
Una vuelta al pasadoYa en el siglo V, la gente en el Japón se iba a las montañas para disfrutar pasivamente del entorno. En los lugares más bonitos colocaban guijarros blancos alrededor de árboles y rocas. En realidad éstos fueron los primeros jardines zen.
Alrededor del siglo X cada vez más personas empezaron a creer en la doctrina del yin y yang, bajo la influencia del budismo emergente. Yin y yang representan lo negativo y lo positivo, lo masculino y lo femenino. Estos dos polos deben estar siempre en equilibrio y el hombre puede jugar un papel crucial al respecto.
Sin regularidad ni ordenEn Europa las zonas verdes se caracterizan por una rígida simetría. Precisamente esto es lo que falta en un jardín zen. La tranquilidad no debe proceder de la regularidad y las repeticiones, sino del enfoque que conecta con la propia naturaleza. Así que se trabaja siempre con cantidades impares. Por ejemplo, con 15 bloques de roca divididos en grupitos de 7, 5 y 3, al parecer surgidos accidentalmente. Sin embargo, juntos sí que forman una unidad.
Por otra parte, esta disposición de los bloques de piedra es todo un arte, que debe cumplir unos principios muy estrictos. El simbolismo tiene gran importancia. La arena rastrillada, por ejemplo, representa el océano y la ausencia de pensamientos. El agua corriente es como la fuente de la vida. Si deseas profundizar en los fundamentos de la jardinería zen, te aconsejamos que leas algunos libros sobre el tema. Pero sin sumergirte en estos manuales seguramente también merece la pena crear tu propio 'jardín de meditación' oriental.
Por otra parte, esta disposición de los bloques de piedra es todo un arte, que debe cumplir unos principios muy estrictos. El simbolismo tiene gran importancia. La arena rastrillada, por ejemplo, representa el océano y la ausencia de pensamientos. El agua corriente es como la fuente de la vida. Si deseas profundizar en los fundamentos de la jardinería zen, te aconsejamos que leas algunos libros sobre el tema. Pero sin sumergirte en estos manuales seguramente también merece la pena crear tu propio 'jardín de meditación' oriental.
Elabora un planAntes de empezar, es aconsejable esbozar primero las ideas sobre papel. Sobre todo si eliges usar grandes bloques de roca, es crucial que determines el lugar adecuado con antelación: semejante bloque no se desplaza así sin más. Además de eso, la aplicación de una tela antiraíces es un requisito indispensable en aquellos lugares donde deseas tener grava o arena.
Un arroyuelo, con agua o sin agua, se crea más fácilmente en un jardín que todavía no se haya terminado del todo. Son cosas que deben estar arregladas antes de empezar con la parte divertida del trabajo: la elección y cultivo de lo verde. Ten en cuenta que la mayoría de las plantas que se eligen en este tipo de diseños prefiere un tipo de suelo un poco ácido.
Plantas apropiadasEl bambú de crecimiento alto es naturalmente un tópico imprescindible. Sin embargo, siempre hay que 'encerrar' el sistema radicular de esta especie parásita en una gran maceta o cubeta (de plástico) sin fondo y enterrada. De esta manera, evitarás que dentro de algunos años tu bonito jardín zen se haya convertido en un gran mar de bambú.
Para un lugar soleado puedes optar por una azalea en pie o un arce japonés rojo (Acer palmatum Atropurpurea) con hojas de finos nervios. ¡Quedarán muy bonitos a lo largo de una pequeña corriente de agua!
Para los elementos un poco más verticales puedes elegir entre un solo abeto de Corea (Abies koreana) o un solo Prunus ornamental, como el cerezo ornamental japonés (Prunus serrulata Amangova) con su crecimiento en forma de columna, o el Prunus subhirtella Autumnalis, que ya florece ricamente en el invierno y que vuelve a hacerlo en la primavera. Una magnolia tampoco quedará mal.
Para los lugares con más sombra, los helechos son, por supuesto, idóneos. Pon juntos un número impar para conseguir un efecto atrayente. Y en un jardín zen tampoco pueden faltar las diversas variedades de hosta, en solitario, tanto a la sombra como al sol. Resumiendo: sin excepción son plantas de las que en principio sólo tendrás que disfrutar.
Redacción/Facilisimo.com
Un arroyuelo, con agua o sin agua, se crea más fácilmente en un jardín que todavía no se haya terminado del todo. Son cosas que deben estar arregladas antes de empezar con la parte divertida del trabajo: la elección y cultivo de lo verde. Ten en cuenta que la mayoría de las plantas que se eligen en este tipo de diseños prefiere un tipo de suelo un poco ácido.
Plantas apropiadasEl bambú de crecimiento alto es naturalmente un tópico imprescindible. Sin embargo, siempre hay que 'encerrar' el sistema radicular de esta especie parásita en una gran maceta o cubeta (de plástico) sin fondo y enterrada. De esta manera, evitarás que dentro de algunos años tu bonito jardín zen se haya convertido en un gran mar de bambú.
Para un lugar soleado puedes optar por una azalea en pie o un arce japonés rojo (Acer palmatum Atropurpurea) con hojas de finos nervios. ¡Quedarán muy bonitos a lo largo de una pequeña corriente de agua!
Para los elementos un poco más verticales puedes elegir entre un solo abeto de Corea (Abies koreana) o un solo Prunus ornamental, como el cerezo ornamental japonés (Prunus serrulata Amangova) con su crecimiento en forma de columna, o el Prunus subhirtella Autumnalis, que ya florece ricamente en el invierno y que vuelve a hacerlo en la primavera. Una magnolia tampoco quedará mal.
Para los lugares con más sombra, los helechos son, por supuesto, idóneos. Pon juntos un número impar para conseguir un efecto atrayente. Y en un jardín zen tampoco pueden faltar las diversas variedades de hosta, en solitario, tanto a la sombra como al sol. Resumiendo: sin excepción son plantas de las que en principio sólo tendrás que disfrutar.
Redacción/Facilisimo.com
martes
domingo
:: Jardín Japones
Jardín japonés
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Linterna de piedra rodeada de plantas. La forma del tejado, atrapará la nieve en el invierno, lo que le dará un aspecto pintoresco con su copete.El jardín japonés (Kanji 日本庭園, nihon teien) forma parte integrante de la tradición en las casas privadas de Japón, en la vecindad de los parques de las ciudades, en los templos Budistas ó capillas Sintoistas, y en lugares históricos tal como viejos castillos. Muchos de los jardines japoneses más famosos en Occidente, y así mismo dentro del propio Japón, son los jardines Zen. La tradición de la Ceremonia del Té, ha generado jardines japoneses refinados en un grado sumo de cualquier otro estilo, que evocan la simpleza rural.
Surge muy pronto, ya en la era Heian, como arte importado de China. Se dasarrollará durante las eras Kamakura, Muromachi, Momoyama y el periodo Edo hasta los jardines de la actualidad.
Interpretación del jardín japonés Tiene una lectura geográfica y topográfica, el propio paisaje japonés, un archipiélago de islas organizadas en su mayoría en torno al Mar Interior de Seto.
En un segundo plano, el jardín ´japonés también tiene una visión del cosmos, la que corresponde a la religión sintoista, un gran vacío (mar) que se llena con objetos (islas).
Elementos del jardín japonés Las rocas son los elementos base del jardín, la roca como montaña o como isla, contenidos en el vacío que representa el mar. Las más usadas son aquellas de origen volcánico, sobre todo el basalto.
Shima (島, Shima?). Isla, se usa para designar a las rocas del jardín y al recinto que las contiene, y finalmente por extensión a todo el jardín.
Iwakura (岩倉, Iwakura?). Textualmente, el lugar que ocupan las rocas. En ocasiones se atan las rocas con cuerda como si delimitaran el lugar que ocupan. Esta práctica procede del jardín chino, que usa rocas mucho más plásticas y redondeadas. Las rocas japonesas, por el contrario, son escarpadas. Se escogen en función de su forma y se trasladan y colocan tal cual se encuentran en la naturaleza, evitando las manipulaciones y protegiéndo las rocas de los daños que puedan sufrir durante el transporte.
El Monte Shumi, la montaña del eje del mundo para la religión budista. Se representa como una roca en el jardín.
La isla/monte Horai (蓬莱, Hōrai?). Un lugar místico heredado del Monte Penglai de la mitología china. En cierto modo sería una especie de paraiso. Isla de los Bieaventurados, Isla de las Grullas e Isla de las Tortugas, se representan como piedras rodeadas por agua.
Estas piedras no se distinguen las unas de las otras, se dan forma a unas ideas que se transmiten por tradición oral, dando finalmente lugar a un modelo. El jardín japonés es un jardín de iniciados.
Aparte de las rocas, un jardín típico japonés puede contener, de forma real o simbólica, los siguientes elementos:
Agua
Una isla de verdad.
Un puente a la isla
Una linterna, típicamente de piedra
Una casa de Té ó pabellón
Este jardín tiene una gran abundancia de plantas, incluidas flores de la estación.Además, se usan elementos vegetales como bambús y plantas relacionadas, plantas de hoja perenne, como el Pino negro japonés, y árboles de hoja caduca tales como arces que dejan desarrollarse debajo una alfombra de helechos y musgos.
Sakutei-Ki [editar]Se trata de un texto del siglo XII con órdenes para construir el modelo de jardín japonés. Todas las enseñanzas se basan sobre el principio del equilibrio inestable, siempre a punto de romperse (representa el equilibrio entre el Hombre, el Cielo y la Tierra. Las practicaban personas de clase alta, no por mera composición, sino para ejercitar la mente.
Principios:
1 Paisaje (montaña-agua) de la naturaleza viva (Shotoku no sansui (山水, 'sansui'?)).
2 Cumplir los deseos de las rocas (Kohan ni shitagu).
3 Asimetría, equilibrio asimétrico (Suchigaete).
4 Soplo de sensiblididad (Fuzei). De la sensibilidad del lugar, es como el genus loci latino, el genio del lugar.
Instrucciones sobre la forma precisa de concebir el jardín:
Escoge un número de piedras, pequeñas y grandes, y transpórtalas al jardín.
No se comienza por la idea y luego se busca el material, sino al revés.
Las piedras de pie deben ser eregidas.
También aparecen rocas tumbadas.
Juzga el arriba, el abajo, delante y detrás.
Buscando el deseo de la roca.
Colocar primero las rocas principales, con aristas vivas y de grandes dimensiones. Luego las demás.
En la parte llana, se colocan piedras bajas, como si hubieran sido abandonadas. Se encuentra belleza en lo imperfecto, lo inacabado. Existe un alto grado de artificio para conseguir este efecto. Si la roca está aislada, poner a un lado. Si está inclinada, colocar otras para sujetarla. Las piedras no deben coincidir con los ejes de los soportes de la casa (evidencia de la búsqueda del no orden). No representar nunca un basto océano, sino un mar que fluye entre estrechas aberturas entre montañas.
Mecanismos básicos de composición
Escala Jardín como topografía pero en pequeña escala, un micropaisaje.
Práctica de los bonsai. Es un gran artificio, controlando el crecimiento del árbol, lograr el mismo desarrollo que el árbol en estado natural, siguiendo patrones como el tronco inclinado por el empuje del viento.
Komatsu, árbol de pequeño tamaño que siempre permanece joven (cuando comienzan a envejecer se cambian). Representa la idea de la eterna juventud. Sobre todo se usan pinos jóvenes, que tienen un color azulado como la mañana.
Elementos Símbolo del jardín, que aun siendo objetos naturales, simbolizan otra cosa distinta.
La arena puede simbolizar una montaña, o si está rastrillada el mar. Amontonada y ondulada en su parte superior representa la niebla (el viento va cambiando su forma, de manera que cada día tiene una distinta).
Las rocas, que pueden simbolizar islas o montañas, o incluso representar agua (cascada seca), corrientes, olas...
Fondo El espacio como superposición de fondos:
Primero elementos principales.
Segundo elementos secundarios.
Tercero el recinto del jardín (los jardines japoneses son jardines cerrados).
Cuarto Escena prestada (借景, Shakkei?). Se usan algunos elementos del paisaje exterior relacionados con el genio del lugar para incluirlos en la percepción del jardín (por ejemplo, las copas de los arboles que sobresalen tras la tapia del jardín). La composición del interior del jardín puede organizarse en función de estos elementos, a travñes de relaciones visuales, pero no se los modifica directamente.
Tipos de jardín japonés Los jardines japoneses pueden quedar encuadrados dentro de uno de estos estilos:
Jardín Karesansui en Tōfuku-ji en Kyōto. En este caso las islas están compuestas por elementos vegetales, más que rocas desnudas.Jardines de Paseo, para verlos desde un sendero. Suelen incluir un paseo en torno a un estanque, que también sigue patrones naturales de marea alta, baja, etc. Es de este estilo el jardín del Palacio Katsura.
Jardines de Aposento, para contemplarlos desde un lugar, tal como la minúscula tsuboniwa que se encuentra en machiya (Casa de madera tradicional de la ciudad).
Jardines de té (Rōji). Camino que conduce a la cabaña de paja, atravesando el lugar en donde cae el rocío. Se colocan piedras sobre musgo, para evocar esta idea del rocío. Para el camino se usan baldosas regulares o piedras irregulares colocadas en línea recta.
Jardines de contemplación (Karesansui, paisaje de montaña y agua).
Lo introducen los monjes Zen en sus templos. Zen significa meditación, para eso es para lo que sirven estos jardines. Están hechos para ser contemplados desde la plataforma del templo y facilitar la meditación a través de su contemplación. Debido a su presencia en estos templos, mucha gente los conoce también como Jardines Zen.
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