domingo

:: Jardín Informal






















:: Jardín Informal


Shakespeare Garden

El Jardín de Shakespeare, localizado entre el Teatro Delacorte, Belvedere Castillo, y la Casa de campo sueca, es un jardín informal de cuatro acres recostado en una ladera rocosa. El jardín fue dedicado a Shakespeare en 1916, el 300 aniversario de su muerte. Siguiendo una tradición Victoriana, sólo las flores mencionadas en la obra de Shakespeare y poesía fueron plantadas en el jardín.

El hermoso Jardín de Shakespeare está sobre la cuesta oeste que conduce al Castillo Belvedere. En el verano, el Jardín se llena de entusiastas por la naturaleza que exploran la flora. Durante todo el año, el Jardín es el segundo lugar favorito para observadores de aves.

Un árbol que ahora sombrea la parte inferior del jardín es un injerto de un árbol de mora blanco plantado por Shakespeare en New Place, Stratford-on-Avon, en el año1602. El recorte le fue enviado por el Rey James I con la intención de introducir la cultura en Inglaterra.

Dispersadas por el jardín se encuentran placas de bronce con citas Shakesperianas que inspiraron a la creación del jardín.

Ubicación: Lado Oeste del parque entre la 79 St. y la 80 St

:: Jardín Formal

:: Jardines Formales
























































sábado

:: Jardín Formal

Jardín formal: La base de un jardín formal es la simetría, las líneas rectas y la proporción. Es un estilo universal que define al "jardín francés". Se caracteriza por el uso de setos podados, caminos muy bien formados, senderos rectos, escalas e incluso estatuas. La vista es amplia y abierta, el control sobre el espacio es total y no se deja nada al azar. Es un estilo elegante y clásico. Los boj, sin duda, son los arbustos predilectos de este estilo.

jueves

:: Jardines Tropicales







Suelos y plantasLos suelos de las regiones ecuatoriales quedan condicionados por el alto índice de lluvias. Los perfiles del suelo son profundos y el terreno es ácido, rico en aluminio y óxidos de hierro, lo que le otorga cierto tono rojizo.
Bajo ciertas condiciones de lluvia, el hierro se concentra, endureciendo parte de la tierra, y haciéndose impenetrable por las raíces. La mayoría de los nutrientes y materiales orgánicos quedan en la parte más epidérmica del suelo, debido a que la descomposición es muy rápida. Esa gran actividad biológica hace que quede poca hojarasca sobre el suelo, ya que todo se recicla rápidamente. También es muy veloz el crecimiento de los árboles en las zonas tropicales.
Los bosques tropicales tienes aproximadamente cinco niveles de vegetación: emergentes, que son los que reciben la luz directa del sol, un dosel superior y un dosel inferior, el sotobosque y, por último, la zona más próxima al suelo, donde crecen arbustos y hierbas.
La mayoría de las especies de plantas son siempre verdes, sus hojas son elípticas y, con frecuencia, poseen una punta alargada, con punta de goteo, para evitar que las lluvias torrenciales se arruinen la planta. Las hojas suelen ser muy grandes, para recibir la mayor cantidad de luz posible.
Los troncos de los árboles tienden a ser de color claro, rectos y verticales, con una corteza lisa y llena de líquenes. Las plantas epífitas, que se desarrollan encima de otras, y trepadoras, tales como las lianas, proliferan en los altos árboles. Todas las plantas luchan en el bosque ecuatorial por arañarle al cielo unos ligeros rayos de sol.
Diversidad de floraSin duda, el bosque tropical es el ecosistema que posee mayor diversidad de plantas. De hecho, muchos científicos aseguran que en el Amazonas es posible encontrar todavía especies de flora desconocidas o poco estudiadas. Miles de árboles cubren los trópicos, cada vez más erosionados por la mano del hombre.
De todos los biomas, éste es el que tiene mayor diversidad de plantas. Hay miles de especies de árboles y es posible encontrar algunos centenares de ellas en superficies relativamente pequeñas. Las palmeras se identifican fácilmente con los climas tropicales, sin embargo, son más propias de temperaturas especialmente cálidas, y resisten la ausencia de agua durante periodos prolongados.
Las gimnospermas son raras en estos lugares, excepto las cycas. Las monocotiledóneas y helechos proporcionan numerosas variedades, muchas de ellas arborescentes. Existen muchas familias de árboles, algunas de ellas únicas en este tipo de climas: leguminosas, caparidáceas. piperáceas, ficus y moreras, melidáceas (aglaias, melias, carapas), anonáceas, laureles, anacardos, verbenas, myrtacéas (como eucaliptos), entre otras variedades.
Las orquídeas y ciertas herbáceas son plantas típicamente tropicales, distribuidas por todos los continentes. Las lianas y enredaderas se encuentra principalmente en las familias vitáceas, leguminosas, passifloráceas, convolvuláceas y cucurbitáceas

:: Jardines Tropicales

:: Jardines Tropicales



El desarrollo de un bosque tropical
Los bosques tropicales son uno de los ecosistemas más complejos que existen, de ahí que reproducir en el jardín las mismas condiciones que se dan en estos lugares sea una tarea difícil, aunque no imposible. Los trópicos se caracterizan por tener ambientes muy húmedos que se derivan de las fuertes precipitaciones y del calor sofocante. Estos entornos naturales están formados por un dosel de ramas entrelazadas donde emergen árboles altos que buscan los rayos del sol

miércoles

:: Jardines Rústicos

:: Jardines Rústicos

:: El Jardín Rústico


El jardín rústico: el campo en casa

El contacto con la naturaleza es una de las inquietudes del hombre moderno. Las prisas y la contaminación de la gran ciudad nos hacen apreciar cada vez más la belleza de los entornos naturales, por eso intentamos acercarlo a nuestras casas mediante las agradecidas plantas. Un buen modo de aproximar la frescura de la campiña al hogar es proyectar en nuestra parcela un jardín rústico. Aunque no todos los paisajistas se ponen de acuerdo a la hora de definir este tipo de jardín, la mayoría coinciden en que lo rural y lo autóctono han de estar presentes como características básicas.
La idea principal que nos ha de rondar por la cabeza cuando nos pongamos a diseñar es plantearnos un espacio libre, parecido a la estampa que encontraríamos en el campo. Por eso lo autóctono es imprescindible. La paisajista Teresa del Pozo, de
Mundojardín, considera que es fundamental que nuestro jardín "no provoque una distorsión con el paisaje". De ahí que nos proponga recurrir a materiales de la misma zona donde nos encontremos: piedra, madera, especies vegetales

domingo

:: JARDINES CHINOS


Lago en "El jardín de la política de los simples" en Suzhou.

En el siglo XIII, el italiano Marco Polo fue el primero que dio a conocer Suzhou en Occidente. Para él, este paraíso terrenal era ante todo una ciudad en la que florecía el comercio de la seda. Más tarde otros europeos, fascinados por esta ciudad surcada por canales, le dieron el sobrenombre de “la Venecia de Oriente”. En el decenio de 1980 yo aporté a su fama mi propia contribución, al presentarla como el paraíso de los sibaritas en mi novela Vida y pasión de un gastrónomo chino. Y cuando en 1997 la UNESCO inscribió cuatro de sus jardines clásicos en la Lista del Patrimonio Mundial, Suzhou añadió una nueva dimensión a su reputación.Como hijo de la naturaleza, el ser humano, por muy insensible que sea, no puede prescindir de la montaña, el agua, la hierba, los árboles, el sol, el aire. Lejos de ellos se asfixia, se encuentra mal, necesita evadirse y, en cuanto puede, se va de vacaciones. Ahora bien, en vez de practicar el turismo (ejercicio fatigoso, oneroso e incluso peligroso), ¿por qué no hacer una copia en pequeño de la naturaleza, una “naturaleza artificial” para el propio uso diario?En Europa, por ejemplo, los parques son enormes: bosques inmensos, recorridos por ríos, se extienden hasta donde alcanza la vista sin que ningún obstáculo perturbe el espectáculo natural. En realidad se trata de una parcela grande de naturaleza, cercada y más o menos retocada con la construcción de edificios a orillas del agua o en el lindero del bosque.El jardín chino, en cambio, expresa a la perfección el concepto -propio de la filosofía china- de armonía entre el cielo y el hombre. Los jardines de Suzhou son el resultado de una verdadera “fabricación”. En un terreno llano, los hombres “confeccionan” en miniatura todos los elementos esenciales de la naturaleza. Como las montañas no se pueden desplazar, se construyen rocallas; como es imposible desviar ríos y arroyos, se cavan surcos para hacer canales. Como el agua abunda en el subsuelo, tres metros de excavación bastan para hacer un estanque. Sus habitantes confiesan con la mayor sinceridad que “falsifican” montañas y ríos. Pero esta “falsificación” es una creación artística y, como tal, esencialmente verdadera.Las rocallas son el alma de los jardines. Las piedras con que se construyen -el receptáculo del alma- proceden del lago Tai, en las proximidades de Suzhou. Sus fascinantes rocas escarpadas, roídas por la erosión, tienen tanta fama que hasta los emperadores del lejano norte mandaban a sus arquitectos a buscarlas para decorar con ellas sus jardines. Las más conocidas y más hermosas son llamadas “cimas de rocas”. Su calidad se evalúa en función de tres criterios: han de ser “flacas” y no “carnosas”; deben contener galerías verticales, además de los “túneles” que las atraviesan de parte a parte; su superficie ha de ser rugosa y no lisa.Pero amontonar hermosas piedras no basta para crear una obra de arte. Los primeros maestros de la roca, artesanos de gran talento y sumamente cultivados, surgieron en Suzhou en tiempos de la dinastía de los Tang (618-907) y los Song (907-1271), época de auge de los jardines en todo el país. Estos antepasados del paisajismo chino tuvieron sucesores ilustres, hasta el punto de que en tiempos de la dinastía Ming (1368-1644) existían entre 200 y 300 jardines en la ciudad y sus alrededores. En la actualidad subsisten 77, veintisiete de ellos protegidos como monumentos nacionales. Algunos no son en realidad más que grandes patios, una especie de minijardines decorados con flores, plantas, bambú y rocallas como hay en la mayoría de las viejas mansiones de Suzhou.El maestro más celebrado bajo la dinastía Qing (1644-1840) fue Qing Gu Yliang, autor de la montaña de cal en el Jardín de la Villa de la Montaña Abrazada por la Belleza (Huanxiu). Gu Yliang perdió la vista en sus últimos años, y fueron sus discípulos los que acabaron la obra bajo su dirección. El secreto de la belleza de esta montaña reside en que fue construida con el alma y no con las manos del maestro. Es una reproducción en miniatura de la verdadera montaña que vivía en su corazón. Sus dimensiones son modestas -cubre menos de 500 metros cuadrados y sus picos no superan los siete metros de altura-, pero en cuanto se entra en ella se tiene la impresión de penetrar en las entrañas de una inmensa montaña salvaje, al borde de un barranco tortuoso. El especialista contemporáneo del jardín chino, Chen Congzhou, afirma con gran acierto: “Una montaña que parece una rocalla es una curiosidad; una rocalla que parece una montaña es una maravilla.”Lago en "El jardín de la política de los simples" en Suzhou.

El agua, elemento fundamental del jardín chino Pero una montaña por sí sola no constituye un paisaje. El agua es el segundo elemento esencial del jardín. Y para contar con él, hay que aprovechar un estanque o un arroyo ya existentes, o bien cavar la tierra. En cualquier caso, hay que saber cómo abrir los surcos, cómo hacer que el agua circule por ellos, cómo ramificar primero y reunir después los brazos del riachuelo y, en suma, cómo hacer los meandros para conseguir lo que nosotros llamamos corrientes sinuosas. Los maestros de Suzhou logran aquí maravillas.Quien dice río, dice puentes. En los jardines de Suzhou abundan toda clase de puentes, ya sean de madera o de piedra. El jardín del Maestro de las Redes (Wangshiyuan)1, tiene, por ejemplo, un lindísimo puentecillo en arco que se puede franquear en dos o tres pasos.Montañas, riachuelos, puentes… pero, ¿y los árboles? Un paisaje sin plantas ni flores es un desierto. Los viejos árboles son el bien más precioso de los jardines clásicos chinos. Todo, en efecto, se puede construir, incluso se puede instalar un jardín de Suzhou en medio de Estados Unidos, pero no es posible erigir un árbol. En el Jardín No se apresure (Liuyuan)1, hay un majestuoso ginkgo milenario. Su propietario decidió construir la rocalla a la sombra de su follaje en forma de abanico.Un conjunto formado por varias unidades Cuando se visita Suzhou no hay que ser impaciente. A diferencia de Versalles, donde una sola ojeada basta para captar el esplendor del palacio y del parque, los jardines de Suzhou se esconden en callejuelas estrechas como las damas en su camarín. Al entrar en un jardín se puede incluso experimentar cierta decepción: ante uno se extiende una larga galería en zigzag que puede parecer poco interesante. Se llama “la avenida sinuosa que conduce a la belleza serena”, y es un elemento fundamental en la arquitectura de jardines. Pero pronto, del otro lado del muro, un retazo de jardín le guiña a uno el ojo a través de las filigranas de una ventana esculpida. Árboles y pérgolas se dibujan en lontananza… Unos pasos más y, en el primer recodo, un magnífico jardín se ofrece a la vista.Otra regla a respetar es “cambiar de paisaje a cada paso”. Este se va modificando a medida que uno avanza para evitar la impresión de repetición y monotonía. Con tal fin se construyen paredes con ventanas esculpidas que dividen el jardín en varias unidades, pero sin impedir la visión de conjunto. Los ojos no tienen un momento de descanso en los jardines de Suzhou. En cada recodo hay una nuevasorpresa, ya sea una roca, un penacho de bambú o un banano. Cada parcela de tierra es como un cuadro admirable. Un ángulo muerto sería aquí una pincelada fallida.Esta manera de recortar el espacio por medio de puertas, ventanas, galerías, rocallas o arroyos es lo que produce la impresión de una naturaleza en pequeña escala y el efecto que nosotros llamamos “un vislumbre de la grandeza a través de la miniatura”.Hoy en día los arquitectos preparan proyectos antes de construir un parque o un terreno de juegos. Los maestros de los jardines de Suzhou no tenían planos. Encontraban su inspiración en la poesía y la pintura, al igual que la pintura china ha exaltado con frecuencia la belleza de los jardines. Son muchos los pintores, poetas y calígrafos que han contribuido a la creación de los jardines de Suzhou.Los jardines no quedaban nunca terminados; se iban agrandando, enriqueciendo y perfeccionando con el paso del tiempo. Cada vez que se agregaba una nueva rocalla, un arroyo o un pabellón, los maestros tenían por costumbre invitar a sus amigos letrados a degustar buenos licores y dar rienda suelta a su inspiración lírica. Los invitados caligrafiaban los dinteles de las puertas y escribían sentencias paralelas en los montantes. También aconsejaban sobre el emplazamiento de otro puente o de una nueva pérgola. Los maestros seguían embelleciendo el jardín en función de esos consejos e invitaban de nuevo a sus amigos a tomar una copa y a componer versos...Si no hubiera sido así, los jardines de Suzhou carecerían seguramente del refinamiento que les ha valido tanta fama. (*)

:: JARDINES CHINOS

El feng-shui no establece reglas en la selección de plantas, sólo recomienda al jardinero usar un criterio práctico y viable. En un jardín armonioso existe un lugar adecuado para las flores, los arbustos, los árboles y las hierbas aromáticas.
El jardín delantero representa un papel muy importante. Es el que da la recepción de bienvenida a los habitantes de la casa y sus visitas, y por lo tanto debe ser atractivo, discreto y debe establecer una diferencia bien definida entre la calle y la casa. El camino de ingreso nunca debe ser recto y las plantas no deben bloquear el paso. La forma de herradura es la más apropiada para el sendero hasta la puerta principal. La selección de los materiales del camino deben combinarse con el estilo arquitectónico de la casa. Casi siempre se coloca una fuente con agua ó un bebedero para pájaros.
Desde épocas remotas, los chinos consideraron al jardín un lugar de reposo para pensar y alejarse de la tensión cotidiana. Era respetado como una verdadera obra de arte en continuo cambio a lo largo del tiempo y de las estaciones. El sentido que el diseñador le otorgaba, se percibía y era apreciado por los propietarios. Nada debía obligar al visitante a apurarse, de allí los caminos curvos. El perfume de las flores, el ruido del agua en movimiento, las plantas y, quizás, algún animal exótico hacían de estos jardines verdaderos paraísos terrenales. Los jardines chinos sentaron las bases para el diseño de los jardines en occidente.
Para planificar un jardín según los criterios del feng-shui basta con observar nuestro entorno, respetar nuestras emociones y seguir las reglas básicas del diseño de jardines, siendo la principal : "no dañes a la naturaleza".
Cuando al observar la obra ya terminada te sientas en paz y armonía, habrás logrado un jardín con buen feng-shui.


:: JARDINES CHINOS







China es un país con multiplicidad de jardines y sobre todo en el sur, abundan los jardines pintorescos. Recorrerlos es un goce infinito, pues no sólo el paisaje es cautivante, sino también es muy particular su estilo arquitectónico.
En octubre del año 2000, viajé a Suzhou durante mis vacaciones. Por primera vez tuve oportunidad de contemplar el pintoresco paisaje de esa ciudad. Allí se encuentran dos de los 4 jardines más famosos de nuestro país. Uno es el Jardín de Liu y el otro Jardín el de Zhuozheng.
Limitada por el tiempo, sólo recorrí el segundo. Sin embargo, quedé profundamente impresionada por su diseño, las plantas, las piedras y todo su paisaje.
El jardín chino es irregular, asimétrico e imaginativo. No tiene un eje central ni un panorama general. Es un paseo que varía; es cada vez distinto para el propio caminante; nunca revela por completo su composición y así conserva el encanto de lo secreto.
Procura el contacto con la naturaleza, la combinación de diversos elementos: luces y sombras, construcciones y plantas, estanques y piedras. Y aunque estén cercados ofrecen una permanente sensación de libertad.
En los grandes jardines, como por ejemplo, el de Zhuozheng, uno se desplaza por galerías, pabellones, kioscos, miradores, escaleras, puentes y montañas de piedras decorativas. Todo el encanto reside en el cambio del paisaje conforme se avanza.
Rocas imponentes forman una montaña artificial, una cascada aparece en lo alto, un pabellón asoma por entre las ramas de los árboles de la colina, todo esto atrae infinidad de miradas.
Flores próximas al agua, un kiosco al pie de una colina, peces dorados que se descubren como por azar bajo el arco del puente, atraen las miradas curiosas. La naturaleza del jardín y su extensión determinan hacia dónde se dirigen las miradas.
Los árboles destacan por su belleza, por sus formas como elementos de una composición, no interesan por sus especies, pues no se trata de un jardín botánico.
El diseño tiene reglas, pero no fórmulas fijas, es semejante a la composición de un poema, pocos versos pueden contener sugerencias infinitas e incentivar la imaginación y el ensueño.
Se integra lo palpable y lo impalpable: sombras de las nubes, reflejos del agua, murmullo del viento o de las cascadas. La concisión ayuda a olvidar la fatiga, mientras que la ilusión del espacio disimula las restricciones del terreno y ofrece algo más a la mirada.
Otra técnica es la de apropiarse del paisaje exterior. Los nevados lejanos, las montañas cercanas, los árboles vecinos pueden integrarse al jardín de manera calculada para embellecerlo. Un ejemplo famoso de esta técnica es el "Palacio de Verano" de Beijing.
Las distantes Colinas del Oeste y, sobre todo, la "Colina de la Fuente de Jade" con su torre en la cumbre, parecen formar parte del parque dando una sensación de amplitud que viene desde fuera.
En China, además de los jardines, los pabellones constituyen una nota muy popular de los paisajes.
Situados sobre lo alto de una colina, en una isla, en un lago, junto a una laguna o un arroyo, próximos a la cabecera de un puente, en un jardín tranquilo, en un cruce de caminos, al costado de una avenida, en un pórtico o un corredor, los pabellones son una invitación al descanso y a la recreación. Según los registros históricos, los primeros pabellones chinos tienen una antigüedad de 1500 años.
El techo del pabellón clásico de China semeja un parasol, cuyas aristas rematan en una espina curvada hacia arriba. Los techos están revestidos de tejas esmaltadas de brillantes colores, y sus columnas de color rojo, la decoración de sus vigas o pilastras, lo mismo que sus balaustradas y cimientos de mármol blanco constituyen un conjunto muy armonioso y sumamente atractivo.
En los jardines del sur de China, los pabellones tienen techos con declives escarpados que se curvan en forma pronunciada y están cubiertos con tejas de color azul gris: sus columnas y vigas barnizadas con laca produciendo un efecto muy vivo y gracioso.
En cuanto a los materiales empleados en la construcción cabe señalar que eran tan variados como las mismas formas. En China hay dos pabellones de bronce, uno en Kunming, fundado en 1670 y otro en el Palacio de Verano de Beijing.
Los pabellones chinos han sido concebidos para cumplir dos funciones: servir de lugar de descanso para los viajeros y ser un complemento esencial para dar más belleza al paisaje. Por eso, la elección del lugar para los pabellones desempeña un papel importante.
Los jardines imperiales del norte de China se caracterizan por ser espaciosos y de terreno amplio. Por ejemplo, en el pabellón de Zhichun, situado al este del lago Kunming del Palacio de Verano, los viajeros pueden contemplar el panorama grandioso de la Colina Wanshou y la pequeña isla.
En el sur de China, debido al espacio limitado de los jardines privados, se utilizaron toda clase de métodos de diseño para lograr una buena proporción y armonía.



:: BONSAI

:: JARDINES MINIATURA BONSAI

Un bonsai no es una variedad naturalmente enana, ni tampoco se le trata con una poción especial para detener su crecimiento, el cual no se restringe confiando las raíces en una maceta, sino por medio de una poda y un desmoche constante. El cuidador decide enteramente el tamaño y la forma, y su habilidad hortícola y artística determina también su salud eventual y su calidad estética.
I
ntroducción
Las dos sílabas de la palabra japonesa bonsai se traducen literalmente como "árbol en un cuenco", pero cuando se combinan adquieren un significado enteramente más trascendente. Un bonsai es una planta colocada en un recipiente estéticamente amónico, que ha sido sometida a determinadas técnicas de horticultura y escultura para crear una imagen de árbol. Por una parte estas imágenes son virtualmente réplicas exactas de sus primos de tamaño grande. Por otra, pueden llegar a ser esculturas casi abstractas, inspiradas por los paisajes de la imaginación.
Un bonsai no tiene por qué ser antiguo para ser bueno. Es perfectamente posible crear un delicioso arbolito en una tarde, aunque hasta que se ha consolidado en su maceta no es un verdadero bonsai.Una vez aclarado este punto, los bonsais mejoran con el tiempo. La textura de la corteza, el torneado del tronco, la estructura de las ramas, las ramitas finas y su forma requieren tiempo para desarrollarse, incluso con una mayo que ayude. Con el paso de los años, y con los cuidados y atenciones correctos, un buen bonsai puede convertirse en un bonsai mejor. Sin embargo, un árbol joven mal diseñado sólo puede llegar a ser un árbol viejo mal diseñado, por lo cual es esencial obtener la forma básica correctamente desde el principio.

Orígenes
Se desconoce cuando se cultivó el primer bonsai, pero sabemos que los antiguos chinos cultivaron paisajes miniaturizados en recipientes planos. Estos jardines miniatura completos con árboles, rocas y musgo, o pejing, fueron los antecesores de los bonsais. Los primeros testimonios gráficos de penjing aparecieron en murales de templos chinos durante la dinastía Han, alrededor del año 200 a. de C.Las plantaciones de árboles individuales llegaron más tarde, aunque no se sabe exactamente cuándo. Se llamaron pun-sai, la raíz china de la palabra japonesa bonsai. En realidad, los caracteres japoneses y los chinos para ambos términos son idénticos. Cuando los chinos invadieron Japón en la Edad Media introdujeron, entre otras cosas, la religión budista. En esa época los monjes eran custodios de todas las formas de herencia cultural y llevaron con ellos su lenguaje escrito, su arte y sus bonsais. Durante siglos la propiedad de los bonsais estuvo restringida a personas nobles y de alta alcurnia. Por aquel entonces todos los bonsais se creaban a partir de antiguos árboles desmedrados recogidos en las montañas, donde su constante batalla con el duro entorno había restringido su tamaño y les había dado formas nudosas y retorcidas. Se llego a reverenciar tanto la tenacidad de estos árboles que se les atribuyeron cualidades espirituales, que serían heredadas por sus propietarios.No fue hasta este siglo cuando el ciudadano normal empezó a practicar bonsai, y entonces ya se había convertido en un arte disciplinado, altamente refinado y estructurado. Fue tal la implicación de los artistas dedicados al bonsai que un grupo de ellos decidió llevar más lejos su arte formando la "villa del bonsai", Omiya, que ahora es un suburbio exterior de Tokyo y una meca para los entusiastas del bonsai de todo el mundo.

Inspiración
Estamos rodeados por árboles de un tipo u otro, los cuales constituyen naturalmente la base de la inspiración de todos los artistas del bonsai. Pero contemplar los árboles no basta, sino que realmente tiene que verlos profundamente para analizar su estructura, de modo que pueda reproducir las imágenes más auténticas en miniatura.Si pide a un niño de ocho años que dibuje un árbol, probablemente le presentará un tronco marrón recto coronado por un círculo verde macizo. El niño sabe que el tronco es gris en vez de marrón, y que un árbol tiene ramas visibles que soportan una copa que en realidad no es redonda. Aún así, los niños carecen de la capacidad analítica necesaria para trasladar el papel estos conocimientos.La mayoría de adultos poseen esta capacidad, pero aprender cómo utilizarla aplicada al bonsai puede exigir cierta práctica. Hay que pasar todo el tiempo que sea posible estudiando a los árboles, ejemplares aislados o grupos, especialmente durante los meses de invierno, cuando son claramente visibles las estructuras de las variedades caducifolias. Observará que las ramas de los árboles más jóvenes tienden a crecer hacia arriba, mientras que las de los más viejos son más horizontales. Podrá ver que todas las ramas crecen hacia el espacio despejado más próximo en el follaje para alcanzar la luz. Los árboles jóvenes que crecen cerca de otros mayores también se apartan de sus vecinos por la misma razón.Si mira hacia el follaje de los pinos viejos observará que las ramas giran en todas direcciones, reflejando el influjo del tiempo atmosférico sobre los flexibles tallos jóvenes. También encontrará jins y sharis naturales y podrá averiguar cómo se formaron hace años. No hace falta viajar hasta escarpadas laderas de las montañas para ver todo esto, ya que están alrededor nuestro, en los parques y jardines, y forman la base de muchos estilos de bonsai.Sin embargo, si observa aún más detenidamente, estará en el camino para un buen tratamiento. En la montaña los árboles crecen en suelos pobres y delgados y están expuestos a vientos fuertes y a tormentas. Su constante lucha por la superviviencia les confiere un inmenso carácter: ramas giradas y retorcidas, raíces a la vista por la erosión del suelo y troncos casi despojados de su corteza. Aquí esta la fuente de inspiración de estilos tales como azotado por el viento, raíces sobre rocas, literati y cascadas.

Tamaño y edad
Una de las primeras preguntas que toda persona hace en su encuentro inicial con un bonsai es: ¿Cuántos años tiene?. Es natural la fascinación ante esos ejemplares de apariencia antigua, y la consideración de que sucesivas generaciones de pacientes artistas los han cuidado. En muchos casos, especialmente con árboles recolectados en el bosque, es imposible saber la edad exacta, tan sólo se puede adivinar. Tal como un famoso maestro en bonsai dice: "Nunca se debe preguntar su edad a una mujer bella".Lamentablemente, nos pocos comerciantes sin escrúpulos aprovechan esta fascinación por la edad de los bonsais, y la exageran para cobrar más por sus ejemplares. Si la imagen es de un árbol de ochenta años, sostienes que ésa es su verdadera edad. El engaño puede descubrirse fijándose en factores tales como la textura inmadura de la corteza y en heridas de poda sin curar. No obstante, esos comerciantes son escasos y no suelen ser especialistas en bonsai.Una vez haya cultivado unos cuantos bonsais, se dará cuenta de la escasa importancia que tiene realmente la edad verdadera comparada con la edad aparente. Más significativo es el tiempo que el árbol ha sido tratado como bonsai. Incluso esto es de importancia secundaria en comparación con la belleza de la forma, el color y la textura.

:: JARDINES AROMÁTICOS


Los jardines aromáticos se caracterizan por ofrecernos una sensaciones que difícilmente se podrían conseguir en otro tipo de jardines, adentrarnos en el y sentir como los aromas de las plantas que predominan en el nos envuelven es simplemente una sensación fantástica, tomillo, salvia, albahaca, plantas simples y sencillas que nos ofrecen sus fragancias, este es otro tipo de jardín por el que podemos optar totalmente o combinar el jardín tradicional, reservando una parte para este tipo de plantas.

:: PLANTAS AROMÁTICAS

:: JARDÍN AROMÁTICO




Jardín aromático
De Wikipedia, la enciclopedia libre

Los aromas y perfumes de las plantas aromáticas han sido utilizados por el hombre desde hace al menos tres mil años. Ya en el antiguo
Egipto se cultivaban plantas como el incienso y la mirra para elaborar ungüentos que usaban tanto en el aseo personal como en el embalsamamiento de sus muertos.

La palabra perfume deriva de los términos latinos per, "a través", y fumare, "humear" o echar humo, debido a la ancestral costumbre de quemar maderas o plantas olorosas como ofrenda a los dioses. Costumbre que se fue extendiendo, siendo adoptada por egipcios, griegos y romanos y, aún hoy, se sigue practicando en religiones orientales como la budista e hinduista, e incluso en la iglesia cristiana durante las grandes celebraciones, en las que se quema incienso siguiendo la tradición judía anterior.
Muchas de las especies de plantas aromáticas son oriundas de
Persia, por lo que no es extraño que los jardines del Medio Oriente tuvieran fama de ser, sin duda, los más fragantes de la antigüedad.
Durante la Edad Media la afición al cultivo de jardines aromáticos traspasó las fronteras persas extendiéndose a la India y Europa, en ésta, se realizó principalmente en los monasterios, donde se cultivaban plantas y flores más por razones prácticas que lúdicas, erigiéndose en custodios de algunas especies que de otro modo se hubieran perdido.
A partir del
siglo XVI, el cambio de vida derivado de viajes y descubrimientos promueve las ciencias y, en especial la botánica, alentando el cultivo de especies traídas del Nuevo Mundo.
Es importante tener en cuenta el clima en que se dan los jardines. En el mediterráneo, entendiendo que tal clima se extiende por Asia, hasta la India y China, los jardines pueden gozarse durante gran parte del año, de modo que se aprecian más las plantas aromáticas, aunque tengan la flor pequeña. En climas fríos se aprecian más las flores grandes y vistosas, para verlas desde las ventanas o utilizarlas como flor cortada, siendo el aroma una cuestión menos importante. Así, en el sur de España se ha mantenido esta tradición de los jardines aromáticos (que se conocían como huertos de flor, antes de que la palabra francesa, jardín, se introdujera en nuestro idioma). El olor a
jazmín, azahar, dondiego de noche, todas ellas flores de pequeño tamaño, impregna la idea del jardín andaluz, donde la flor para cortar tiene poco espacio.
La moda de la jardinería ha sufrido fluctuaciones a lo largo de la historia. Por ejemplo, en Inglaterra, en la época de los Estuardo y Tudor, se seguía la moda mediterránea, traída por los frailes de los monasterios, y predominaban los jardines con fragantes flores, madreselvas y hierbas aromáticas, pero cuando se dieron cuenta de que no eran jardines apropiados a su clima, surgió el estilo paisajista, imperante en el siglo XVIII, con las alfombras florales, más atractivas a la vista que al olfato, y macizos de flores para cortar, dejando las puramente aromáticas. Este desinterés continuó hasta mediado el siglo XIX, cuando los famosos floricultores
Gertrude Jekyll y William Robinson elogiaron las cualidades de las plantas aromáticas potenciando su cultivo.En la actualidad, la tendencia a considerar que un jardín hermoso también puede ser útil ha devuelto la afición a este tipo de cultivos.
Pero la importancia de estas plantas no solo radica en los agradables efectos sensoriales que provocan al pasear entre ellas deleitándonos con su perfume, al paladearlas como condimento culinario o incluso como símbolo religioso, sino que, de forma silvestre o cultivada, se han venido utilizando por sus propiedades medicinales y cosméticas desde la antigüedad. Numerosos herbarios han llegado a nuestros días escritos por botánicos y físicos ilustres, desde
Teofrasto, que recogió en uno de sus volúmenes de Las investigaciones sobre las plantas fragmentos de un herbario griego, pasando por Krateuas, Dioscórides, Apuleyo, Wilfredo Estrabón, Brunfels o John Gerard entre otros.
La variedad de especies que puede formar un jardín aromático es inmensa y abarca tanto plantas trepadoras, arbustos, árboles, bulbos, hierbas, como flores de todo tipo.

miércoles

:: ROCALLA




Rocallas. Cómo construir o hacer una rocalla (jardín de rocas), plantas para la construcción jardines de rocalla, creación de rocallas


La rocalla consiste en la agrupación de plantas, rocas y otros elementos, como un posible curso de agua, cascada, etc..
Un terreno accidentado y ondulado de forma natural es muy adecuado, pero ello no impide que un suelo plano no pueda utilizarse para la construcción de una rocalla.
Evita la proximidad de grandes árboles y construcciones, que podrían modificar la perspectiva y la escala.
La observación de la naturaleza y de las plantas indígenas debe servir de guía de base.
El trazado del jardín de rocalla debe ser muy libre, muy natural, escaleras muy rústicas, incluso riachuelos, cascadas y pequeños estanques.
La introducción del agua en la rocalla debe hacerse con la mayor libertad y fantasía posibles, no siendo precisos grandes caudales, sino más bien pequeños.
Una pendiente, incluso muy suave puede transformarse en una cornisa rocosa muy natural.
En ciertos casos, cuando el jardín es pequeño, es recomendable servirse de un muro de cerramiento sólido al que se adosará la rocalla. Plantar arbustos en la cima dará una impresión ilimitada o de límite vegetal.
Debemos asegurarnos que su subsuelo es permeable. Si éste es arenoso, no habrá problemas, pero si es arcilloso, pueden existir problemas para las plantas que precisen terrenos secos. Entonces tenemos que prever un sistema de drenaje.
El drenaje en una rocalla puede consistir en una capa de drenaje compuesta de elementos gruesos, guijarros, trozos de macetas, escorias, etc... situado a 30-40 cm de la superficie del suelo, partiendo del punto más alto, y que va a morir bajo la última roca, para así evacuar el agua recolectada. Otra opción es instalar tubos de drenaje. Colocación de las piedras
Es preciso colocar primero las piedras grandes, que formarán la "espina dorsal" del conjunto en las partes prominentes, y luego las piedras de menor tamaño.
Colocar las rocas en grupos irregulares de nº impar de rocas, con afloramientos más pequeños.
Las rocas deben presentar como cara visible las más erosionadas.
Las piedras deben enterrarse 2/3 de su volumen para da una cierta estabilidad.
Separamos las rocas lo suficiente para permitir que las plantas puedan desarrollarse holgadamente.
Algunas especies para rocallas:* Arbustos:- Berberis thumbergii 'Atropurpurea nana'- Cotoneaster - Brezo- Hebe macrantha- Rododendro- Teucrium- Chamaerops humilis (Palmito)* Coníferas enanas: Chamaecyparis, Juniperus, Tuya, Pinus mughus... * Plantas vivaces- Áster enanos - Astilbe - Alyssum - Campanula carpatica - Clavelinas- Delphinium - Gypsophila- Lobelia- Phlox subulata- Saxifraga - Sempervirum - Tomillo- Veronica- Viola* Bulbosas:- Crocus - Cyclamen - Jacinto- Iris (Lirio)- Narcisos - Scilla- Muscari - Tulipanes* SuculentasEn climas cálidos y secos, se construyen rocallas con plantas suculentas y otras xerófitas: Cactus, Áloes, Ágaves, Lamprantus, Yucas, etc., en vez de las clásicas plantas alpinas. Plantación de la rocalla
No hacer la plantación hasta varias semanas después de la construcción de la rocalla, para permitir el asentamiento de la tierra.
Es preferible realizar la plantación en grupos irregulares utilizando tres plantas como mínimo de las mismas especies. Evitar el abigarramiento y el efecto de la colección botánica.
Colocar las plantas en escalones sucesivos, armonizando los colores, las formas, las épocas de floración.
Como durante el primer año la rocalla parece un poco desnuda, se puede rellenar con plantas anuales o bianuales de pequeño tamaño, como el Antirrhinum enano, los Pensamientos, etc..

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