La Cuenca Mediterránea presenta una superficie con clima mediterráneo de 2.300.000 km2 alrededor del mar Mediterráneo. Hay unas 19.000 especies de las cuales el 21% son endemismos.
El clima se caracteriza por veranos muy secos a causa de la influencia del potente anticiclón de las Azores, y por inviernos húmedos a causa del paso de los ciclones. Una marcada continentalidad se traduce en la presencia de tempestades durante el verano y frío intenso en el invierno con heladas habituales que pueden actuar como factor limitador para el desarrollo de las plantas.
En general, la vegetación de la cuenca mediterránea ha estado sujeta a intensos cambios causados por la actividad humana a lo largo de miles de años. Muchos de los bosques han reducido la dimensión y han estado reemplazados por comunidades arbustivas conocidas como maquias, malezas o matorrales.
La vegetación de la cuenca mediterránea se representa extensamente en el Jardín y se subdivide en tres zonas: el Mediterráneo oriental, el Mediterráneo occidental y el norte de África.
El norte de África corresponde a la zona del norte del continente africano, comprendida entre Marruecos y Tunez..