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Incluir un estanque dentro del diseño de nuestro jardín equivale a incluir uno de los elementos más destacados y llamativos de los muchos que tenemos a nuestra disposición. El estanque atraerá invariablemente las primeras miradas y muy posiblemente se convierta en el elemento central entorno al que construir el jardín.
El agua crea un ambiente muy especial, refrescante en verano, siempre atractivo y relajante. Un estanque nos permitirá disfrutar de plantas que de otro modo sería imposible, no únicamente plantas acuaticas o palustres, sino también plantas un tanto delicadas con hojas propensas a dañarse ante la falta de humedad, como por ejemplo los arces japoneses (acer palmatum). El estanque creará un microclima a su alrededor con un nivel de humedad más elevado.