Elabora un planAntes de empezar, es aconsejable esbozar primero las ideas sobre papel. Sobre todo si eliges usar grandes bloques de roca, es crucial que determines el lugar adecuado con antelación: semejante bloque no se desplaza así sin más. Además de eso, la aplicación de una tela antiraíces es un requisito indispensable en aquellos lugares donde deseas tener grava o arena.
Un arroyuelo, con agua o sin agua, se crea más fácilmente en un jardín que todavía no se haya terminado del todo. Son cosas que deben estar arregladas antes de empezar con la parte divertida del trabajo: la elección y cultivo de lo verde. Ten en cuenta que la mayoría de las plantas que se eligen en este tipo de diseños prefiere un tipo de suelo un poco ácido.
Plantas apropiadasEl bambú de crecimiento alto es naturalmente un tópico imprescindible. Sin embargo, siempre hay que 'encerrar' el sistema radicular de esta especie parásita en una gran maceta o cubeta (de plástico) sin fondo y enterrada. De esta manera, evitarás que dentro de algunos años tu bonito jardín zen se haya convertido en un gran mar de bambú.
Para un lugar soleado puedes optar por una azalea en pie o un arce japonés rojo (Acer palmatum Atropurpurea) con hojas de finos nervios. ¡Quedarán muy bonitos a lo largo de una pequeña corriente de agua!
Para los elementos un poco más verticales puedes elegir entre un solo abeto de Corea (Abies koreana) o un solo Prunus ornamental, como el cerezo ornamental japonés (Prunus serrulata Amangova) con su crecimiento en forma de columna, o el Prunus subhirtella Autumnalis, que ya florece ricamente en el invierno y que vuelve a hacerlo en la primavera. Una magnolia tampoco quedará mal.
Para los lugares con más sombra, los helechos son, por supuesto, idóneos. Pon juntos un número impar para conseguir un efecto atrayente. Y en un jardín zen tampoco pueden faltar las diversas variedades de hosta, en solitario, tanto a la sombra como al sol. Resumiendo: sin excepción son plantas de las que en principio sólo tendrás que disfrutar.
Redacción/Facilisimo.com
Un arroyuelo, con agua o sin agua, se crea más fácilmente en un jardín que todavía no se haya terminado del todo. Son cosas que deben estar arregladas antes de empezar con la parte divertida del trabajo: la elección y cultivo de lo verde. Ten en cuenta que la mayoría de las plantas que se eligen en este tipo de diseños prefiere un tipo de suelo un poco ácido.
Plantas apropiadasEl bambú de crecimiento alto es naturalmente un tópico imprescindible. Sin embargo, siempre hay que 'encerrar' el sistema radicular de esta especie parásita en una gran maceta o cubeta (de plástico) sin fondo y enterrada. De esta manera, evitarás que dentro de algunos años tu bonito jardín zen se haya convertido en un gran mar de bambú.
Para un lugar soleado puedes optar por una azalea en pie o un arce japonés rojo (Acer palmatum Atropurpurea) con hojas de finos nervios. ¡Quedarán muy bonitos a lo largo de una pequeña corriente de agua!
Para los elementos un poco más verticales puedes elegir entre un solo abeto de Corea (Abies koreana) o un solo Prunus ornamental, como el cerezo ornamental japonés (Prunus serrulata Amangova) con su crecimiento en forma de columna, o el Prunus subhirtella Autumnalis, que ya florece ricamente en el invierno y que vuelve a hacerlo en la primavera. Una magnolia tampoco quedará mal.
Para los lugares con más sombra, los helechos son, por supuesto, idóneos. Pon juntos un número impar para conseguir un efecto atrayente. Y en un jardín zen tampoco pueden faltar las diversas variedades de hosta, en solitario, tanto a la sombra como al sol. Resumiendo: sin excepción son plantas de las que en principio sólo tendrás que disfrutar.
Redacción/Facilisimo.com